La Raya entre Soria y Zaragoza hace tiempo que se desdibujó aunque, testigos de ese pasado fronterizo, se conservan en pie las fortalezas que en su día fueron infranqueables. Actualmente, el eje Arcos de Jalón-Ariza, que viene marcado por la histórica línea divisoria entre Castilla y Aragón, es reflejo también de multitud de rasgos que unen ambos territorios, a los que, por ejemplo, baña el mismo río, el Jalón. La vía férrea vino a conectar definitivamente la villa arcobrigense con la vecina Zaragoza. Incluso ese gentilicio proviene de lo que en su día fue la ciudad celtíbera de Arcóbriga, hoy, Monreal de Ariza. Fruto de esa idiosincrasia común, los habitantes, castellanos y aragoneses, comparten inquietudes, valores y se apoyan en momentos cruciales como el que vivimos.
El alcalde de la cabecera de comarca soriana, Jesús Ángel Peregrina, analiza la evolución y retos pendientes en la unión entre los pueblos rayanos. «Somos rayanos y siempre ha habido mucha relación con todos los pueblos, no solo con Ariza, también con Alconchel de Ariza, Torrehermosa, Monreal de Ariza, Cetina... A nivel comercial, sobre todo, vienen ellos a Arcos a comprar y también gente de por aquí se va a Calatayud. De hecho, tenemos hasta un poco acento aragonés aquí», bromea. Arcos de Jalón aglutina buena parte de los servicios de la zona sur soriana caracterizada por la escasa densidad de población y sus pequeños pueblos.
En un momento en el que la salud es prioridad, el alcalde recuerda que existe un convenio entre la Sanidad castellana y aragonesa gracias al cual se atiende en el centro de salud a vecinos de Pozuel de Ariza y, en casos de urgencia, los vecinos de Arcos pueden acudir al hospital de Calatayud. «Las ambulancias aquí salen hacia Soria, salvo que sea una cosa urgente que se irían a Calatayud, pero a recoger a personas que han llevado o para citas médicas, eso no entra en el convenio», puntualiza. «Lo van solucionando porque sí que en la residencia de Arcos hay gente de la zona de Alhama de Aragón y Ariza y eso es un hándicap y se deberían abrir un poco los convenios a esa posibilidad de traslado de la gente, pero es un tema que se nos escapa. Aunque estamos pidiendo que se haga, la decisión no la tenemos nosotros». A poco más de 60 kilómetros de distancia, la A-2 facilita la comunicación entre Arcos y Calatayud y los vecinos optan por la opción aragonesa para ir al dentista o al oftalmólogo, «por la comodidad», remarca Peregrina. «Habría que buscar las fórmulas para poder elegir o dependiendo de qué tratamientos o de dónde proceda la persona, poder facilitar esa atención» y aboga porque se revisen y fortalezcan los convenios existentes entre las Consejerías.
AUNAR FUERZAS. El problema para aunar fuerzas, reside, según el primer edil en que las formas de funcionar son distintas según la comunidad autónoma, «pero cualquier cosa que surja no hay ningún problema en funcionar juntos», y, en el aspecto de la identidad rayana, no descarta dar el paso de contactar con la vecina Ariza para trabajar de forma conjunta en su promoción.
Monteagudo de las Vicarías es otro municipio soriano que mantiene el vínculo con la parte aragonesa de La Raya. «Con Pozuel compartimos el médico, vienen aquí o el médico va allí. Nosotros también tenemos la posibilidad de ir a Calatayud en vez de ir a Soria porque es mucho más rápido», apunta el alcalde, Carlos González. Estar en el extremo tiene sus desventajas y ventajas. «La relación es muy buena, vamos a comprar a Ariza, sobre todo cuando no teníamos tienda. Durante la pandemia, cuando no nos podíamos mover pedimos permiso por medio de Subdelegación para que nos dejaran cruzar de provincia. Con Pozuel nos une también la ermita», destaca.
Precisamente, en Pozuel de Ariza tuvo lugar el pasado año el I Congreso sobre los pueblos de la Raya en el que participaron varias asociaciones de vecinos y culturales sorianas y aragonesas. Desde el polo aragonés de Ariza, una de las responsables de la Asociación Socio Cultural Alto Jalón, comenta que el sentimiento de pertenencia entre ambas provincias se diluye entre los paisanos. «Estamos muy alejados de Zaragoza y la gente de Arcos está alejada de Soria. Estamos en el corazón de la celtiberia y hay pueblos que no llegan ni al habitante por kilómetro cuadrado».
La pandemia, insiste, lo ha trastocado todo, también los pasos dados para la confluencia entre asociaciones como la suya, que promueven el entendimiento entre paisanos y la mejora en la calidad de vida en los pueblos. Tras no poder celebrar un segundo encuentro de La Raya, por estas fechas debería estarse fraguando un acto para 2021, pero no hay visos de que se vaya a celebrar, al menos, próximamente. Del primer encuentro, no obstante, recuerda Martínez que se extrajo la conclusión de que muchas asociaciones están llevadas por personas que no viven en los pueblos. La asociación, que está muy activa desde 1995, trabaja en la parte aragonesa «pero con la parte soriana es más complicado pero sería muy interesante conocernos más y a lo mejor trabajar en conjunto». Y añade «con Arcos o Huerta compartimos más cosas que a lo mejor con todos los pueblos cerca de Calatayud».
Insiste, igualmente, en que uno de los retos pendientes es la Sanidad en zonas transfronterizas como esta. «Si vives al lado de Arcos y quieres ir tres meses a su residencia porque te has caído, si después pides una ambulancia para ir al hospital a que revisen la caída no te va a buscar la ambulancia ni te lleva a Calatayud. Tienes que pagar o llamar a un taxi.Hay cosas que tenían que estar un poco abiertas». Ambas partes se sienten olvidadas, principalmente por sus situación geográfica. Concluye la arizana reclamando mayor visibilidad de la España Vaciada de la zona de Zaragoza y la colindante Guadalajara «porque somos menos de 12 habitantes por kilómetro cuadrado y hay pueblecitos también en la frontera con Guadalajara en los que a lo mejor viven cuatro personas».