Unos con la mochila para ir a clase. Otros, dispuestos para ir al médico, de papeleo, de compras, o simplemente de visita. Pero todos, escolares y viajeros, compartiendo autobús, y destino.
Es el denominado transporte combinado, donde la ruta escolar se fusiona con la línea regular de uso general. Dos servicios integrados en un único vehículo.
La experiencia comenzó en 2012 como un proyecto piloto en León y Segovia. Hoy se ha extendido a las nueve provincias de Castilla y León y en Soria llega ya a 22 rutas que conectan medio centenar de pueblos. Este servicio permite además que 218 escolares acudan a diario a sus clases a Soria, Almazán, Arcos de Jalón, El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz, Ágreda, Ólvega, Espejón, Covaleda o San Leonardo de Yagüe, los municipios donde se ubican los CRA (colegios rurales agrupados) e institutos.
Este nuevo modelo se planteó para mejorar la «eficacia del sistema», obtener «el máximo rendimiento» y «mejorar el aprovechamiento» de los recursos disponibles. También, para «no duplicar servicios», sintetiza el jefe del Servicio Territorial de Fomento, Jesús Puerta. De fondo, una vez más, la problemática de la despoblación, que vacía los asientos y recorta cada vez más la rentabilidad de las empresas que cubren estas rutas.
duplicar servicios. «Por desgracia, nuestros pueblos cada vez están más deshabitados. Hay rutas de transporte regular que coinciden con rutas de transportes escolar. Pero la realidad es que los autobuses que cubren esas líneas regulares cada vez van más vacíos porque en nuestros pueblos cada vez hay menos gente. Y las rutas escolares cada vez van también con menos niños. Dado que no se llenan los autobuses y las rutas regulares se siguen haciendo igual, se pensó que se podían montar también los niños, y optimizar así recursos», explica Puerta sobre el origen de este nuevo diseño de transporte compartido que consiste, en síntesis, en reservar unas plazas para escolares en vehículos públicos de línea regular. Eso sí, recalca el responsable de Fomento en Soria, la fusión de líneas sólo es posible en aquellos casos en los que ambos servicios «compartan itinerario y horarios» y «cuando la ocupación habitual» (por escasa) permite sumar los asientos escolares y viajeros convencionales. No obstante, matiza también, la fusión no se hace de forma autonómica ni generalizada en todas las rutas coincidentes. Solo se lleva a cabo en aquellos servicios donde la concesión vigente lo permite: «Educación tiene sus rutas y ellos tienen unos contratos. Según van venciendo estos contratos, y si coinciden al cien por cien sus rutas con las nuestras, nos plantean integrarlas. Si se puede, se plantea refundirlas, integrarlas», añade.
La Consejería de Fomento es una de las dos ‘patas’ de este nuevo modelo de transporte, que se desarrolla en coordinación con la Consejería de Educación. No en vano, en julio de 2014 ambas consejerías consensuaron «la prestación conjunta del transporte público regular de viajeros de uso general y el escolar» y la regularon oficialmente a través de una orden.
planificación anual. La planificación se hace anualmente. La Consejería de Educación facilita «en febrero o marzo» a Fomento los datos referentes a las rutas, paradas, número de plazas a reservar, horarios de entrada y salida de los centros, días lectivos del calendario escolar... para evaluar la viabilidad de la prestación conjunta con las rutas de transporte regular de uso general existentes. Comprobada la coincidencia, Fomento informa a Educación de aquellas rutas de transporte público regular donde es posible compartir. A partir de ahí, Educación realiza la propuesta de reserva de plazas. Alcanzando el acuerdo de ruta combinada, el contratista del transporte regular debe excluir de la venta al público el número de plazas reservadas para los alumnos. El resto pueden ser utilizadas por cualquier usuario de transporte público regular de uso general y se gestionan generalmente conforme al transporte a la demanda, es decir, bajo reserva en el teléfono 90020020.
Estas rutas, como es obvio, tienen un horario condicionado por las clases. La matinal parte muy temprano y el regreso es sobre las 15.00 horas, lo que limita en ocasiones el uso por el resto de usuarios. No en vano, es habitual que, sobre todo en los servicios matinales, los autobuses viajen únicamente con escolares, apunta uno de los conductores que atiende estas rutas.
Desde su puesta en marcha hace seis años el modelo «está funcionando bien», reconoce Puerta, que recuerda que el primer curso en el que se integraron rutas fue en 2013-2014. Entonces, se pusieron en marcha diez rutas combinadas. El siguiente curso se sumaron tres. En 2015/2016 y 2016/2017 se aumentaron las rutas mixtas en Soria hasta las 17, y el curso pasado llegaron a las 22, que son las que se mantienen este curso activas.
Estas 22 rutas combinadas afectan aproximadamente a una cuarta parte del transporte escolar que operan a diario en la provincia (hay 90)). ¿Habría posibilidad de integrar más en el futuro? «Todo dependerá de las concesiones de Educación pero, sobre todo, del nuevo mapa concesional en el que ya trabaja la Junta y que cambiará totalmente la distribución de los servicios», advierte Puerta, que recuerda que la distribución de los servicios actuales variará en breve ya que «está a punto de ir a Pleno la nueva Ley de Transportes y luego se llevará a cabo el resto de tramitación».
Las estimaciones del Gobierno regional fijan en 2019 la puesta en marcha de ese nuevo mapa. No puede extenderse mucho más ya que las directrices europeas impiden seguir prorrogando el sistema actual, que data de 1947. Ese nuevo mapa, según adelantó el director general de Transportes de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, Ignacio Santos Pérez, prevé reforzar las concesiones por zonas y el servicio a demanda, por lo que, obviamente, modelos como el combinado se reforzarán.