"El Ejército es de las instituciones más valoradas del país"

Ana I. Pérez Marina
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Natural de Villena (Alicante), el coronel ha desarrollado la mayor parte de su carrera militar en Zaragoza, aunque también ha intervenido en misiones internacionales en Irak o Afganistán. A sus 61 años, encara con «mucha ilusión» su nueva responsabil

"El Ejército es de las instituciones más valoradas del país" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Cuando recordemos el confinamiento del estado de alarma con motivo de la pandemia del coronavirus, también rescataremos esas imágenes de los militares en nuestras calles para garantizar el cumplimiento de las normas, para informar, acompañar, asistir... para servir, como dicen en el Ejército. Volveremos a poner en valor la ingente tarea que realizó la Unidad Militar de Emergencias (UME), en este caso desinfectando, entre otros lugares, las residencias de nuestros mayores. Rememoraremos esa caravana de las ocho de la tarde con los efectivos de las  Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de los sanitarios, de los bomberos... en la que durante unas semanas participaron las dos Unidades de Soporte Vital Avanzado del Ejército que vinieron a ayudar a Soria. La COVID-19 ha permitido que la sociedad conozca distintas facetas que desempeñan las Fuerzas Armadas. Estamos acostumbrados a ver a la UME en incendios o inundaciones, por ejemplo, pero poco sabíamos de lo que hacen otras unidades militares.

El coronel Miguel García Pérez acaba de incorporarse como nuevo subdelegado de Defensa en Soria. El Día de Soria repasa con él lo que representa el Ejército, así como el trabajo que se desarrolla en la sede del antiguo cuartel de Santa Clara.

¿Con qué objetivos llega a la Subdelegación de Defensa?

Fundamentalmente, establecer las relaciones con todo el mundo, con la administración local, autonómica, con la universidad... con todos. Somos la única representación de las Fuerzas Armadas en Soria. 

En estos momentos, ¿qué personal compone la Subdelegación de Defensa en Soria?

Ahora estamos cinco militares y cinco civiles (tres funcionarios y dos laborales). Cursó baja un guardia civil. 

La Subdelegación de Defensa tiene que administrar toda la documentación de las personas que están en reserva, difundir la cultura de Defensa mediante exposiciones, charlas, visitas... y apoyar a las autoridades cuando nos lo solicitan.

También expide unos certificados para aquellas personas que les  faltan un tiempo para cobrar una pensión de jubilación. Por haber realizado en su día el servicio militar se les computa un año y les sirve como tiempo trabajado.

A raíz de la visibilidad que ha tenido el Ejército durante la pandemia del coronavirus, en distintos ámbitos de actuación, ¿ha aumentado el número de solicitudes para ingresar en el Ejército?

No ha habido muchas, en total ha habido 16 para la incorporación a soldado profesional. Se desconocen muchas cosas. Por ejemplo, los licenciados o graduados pueden formar parte de las Fuerzas Armadas, una vez que superan una oposición, y en un año son tenientes. Pueden entrar como ingenieros, químicos, abogados, veterinarios... También se puede cursar la carrera de Medicina dentro de las Fuerzas Armadas, superada la EBAU (Evaluación del Bachillerato de Acceso a la Universidad), son seis años y son también tenientes. Para suboficiales, lo mismo, cuando han terminado Bachillerato,   pueden conseguirlo en tres años.

¿Cómo puede darse más visibilidad a todas estas competencias que desempeña el Ejército?

En el anterior destino en el que estuve [CDSCM -Centros Deportivos Socio Culturales Militares- El Soto, Zaragoza] lo que más se difundía era el apoyo logístico, puesto que al disponer de camiones puedes realizar traslados, como se vio con los féretros en Madrid, puedes abastecer de alimentación, mantas, cocinas de campaña, aljibes... el apoyo logístico es fundamental.

¿Cuál es el perfil de los aspirantes a soldados profesionales?

Hay un poco de todo. Hace un año hubo un convenio de colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) mediante el cual cuando los soldados terminan su formación, igual que se reservan una serie de plazas para la Policía Nacional y la Guardia Civil, se ha conseguido que se reserven para las policías locales y también para que se tenga en cuenta en la baremación para formar parte del personal funcionario y laboral. 

También están los reservistas voluntarios.

Sí, todo el mundo que se quiera apuntar como reservista voluntario, haciendo un pequeño periodo de instrucción militar, ingresan después, bien sean médicos, licenciados en derecho... se les activa durante un periodo de tiempo y nos ayudan a realizar los cometidos que nosotros tenemos. Son un apoyo muy importante para nosotros, aportan su experiencia como civiles a la administración militar.

¿Se recurre al ingreso en las Fuerzas Armadas como una segunda opción después de haber pasado  sin éxito por otra experiencia académica o laboral?

Hay gente que tiene esa vocación;  otros que eligen esta opción y después tienen otro interés de ingresar en la Guardia Civil o en la Policía, donde se reservan plazas, como decía, es otra vía. Pero tiene que haber vocación, si uno entra porque sí, al cabo de poco tiempo se va, son carreras muy vocacionales. 

La labor de la UME (Unidad Militar de Emergencias) ha sido clave en los peores momentos de la COVID-19, pero también la de otras unidades del Ejército, a través de la Operación Balmis,¿ha sido una forma de que la sociedad conociera más a fondo a las Fuerzas Armadas?

Lo que más se conoce, puesto que siempre acude en catástrofes, es la Unidad Militar de Emergencias (UME), pero el resto de las unidades cuando están en los cuarteles no están sin hacer nada, están preparándose, como pueden ser los ingenieros, las capacidades NBQ [Defensa Nuclear, Biológica y Química] o el personal de Artillería que, en la pandemia, también ha ayudado a desinfectar.

Antes de tomar posesión como subdelegado de Defensa, en Berlanga de Duero, el alcalde quiso agradecer a todo el mundo en un acto público la ayuda que prestaron, también a los que se quedaron en casa, y hubo reconocimiento para las Fuerzas Armadas.

En los meses de confinamiento, yo estaba en la reserva, en casa sin poder hacer nada porque no tenía ninguna función encomendada. En Soria se encargó el teniente coronel interino, que dio toda la información y apoyo tanto a la Subdelegación del Gobierno como al resto de las instituciones.

En concreto, ¿qué papel han jugado en este caso las subdelegaciones de Defensa?

Como centros coordinadores para canalizar todas las peticiones que llegaban. Desde aquí se remitía a las unidades que podían actuar en cada momento.

Los funcionarios del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) se trasladaron hace unos días a la sede de Muface (ronda Eloy Sanz Villa) desde donde atenderán a los 1.300 afiliados en la provincia. ¿Qué tarea desempeña Isfas? 

En Soria el apoyo se presta sobre todo a guardias civiles y en esa sede será igual, claro.

¿Considera necesario acometer mejoras en las instalaciones de la Subdelegación de Defensa?

Al irse Isfas ha dejado el local que utilizaban y tenemos más espacio. El convenio de cesión entre el Ministerio de Defensa con el Ayuntamiento de Soria para que pueda rehabilitarse parte del antiguo cuartel de San Clara como centro cívico tenemos preferencia en la planta baja para organizar exposiciones.

Mencionaba con anterioridad el servicio militar, ¿es partidario de que pueda reinstaurarse de forma voluntaria?

Creo que un periodo corto de tres meses, voluntario, serviría para conocer más nuestra labor y también es bueno para una educación en valores, que conozcan los valores militares y así nos puedan apreciar un poco más. 

¿Cree que desde el ámbito político, en ocasiones, se realiza un uso inadecuado e interesado de una institución como el Ejército?

Creo que si nos utilizan es porque desconocen lo que hacemos. Hay gente que ha llegado al Ministerio de Defensa, ha sabido lo que son las Fuerzas Armadas y se han dado cuenta de que tenemos un buen valor añadido, mientras que antes igual creían que no hacíamos nada. Precisamente, con la pandemia se ha visto que el Ejército no está escondido y que está para algo.

Alude al Ministerio de Defensa. En estos momentos, se encuentra al frente del mismo una mujer, Margarita Robles, y antes estuvieron Carme Chacón y María Dolores de Cospedal. Sin embargo, se sigue cuestionando la igualdad en las Fuerzas Armadas. ¿En qué punto cree que está esa igualdad entre mujeres y hombres en el Ejército? ¿Falta mucho para romper ese techo de cristal?

Igualdad ha habido siempre, desde que forma parte la mujer de las Fuerzas Armadas. Es el mismo trabajo y el mismo sueldo. Un soldado, sea hombre o mujer, gana lo mismo, un teniente, sea hombre o mujer, gana lo mismo... y realizan los mismos cometidos.

¿Y a la hora de ascender también es igual?

Es lo mismo, se tiene en cuenta el curriculum. Hay unos ascensos que son por antigüedad y luego ya por el curriculum. Creo que no hay diferencia entre hombres y mujeres.

Ha desarrollado la mayor parte de su carrera militar en Zaragoza, si bien ha participado en distintas misiones internacionales en Kosovo, Irak y Afganistán. ¿Cómo fue su trabajo en estos destinos?

Son 35 años en el Ejército. Siempre donde hemos estado hemos sido muy valorados. En las misiones nunca ha habido problemas con nuestros soldados. Para mí la misión más dura fue la misión de Irak porque acabábamos de entrar, no teníamos nada, en pleno verano, el sol era inclemente con nosotros y no teníamos dónde meternos. Poco a poco  lo fuimos acondicionando y cuando, prácticamente, ya estaba todo hubo que regresar, empezaron a hostigarnos los insurgentes iraquíes.

En Kosovo aquello ya estaba estabilizado y aunque, en un principio, había que separar a las comunidades serbias de las kosovares, ya estaba estabilizado. Los momentos iniciales siempre son los más duros, por eso recalcaba antes lo de Irak. Afganistán no se quedaba atrás, había mucha insurgencia, camiones y coches-bomba... fue también duro.

Hablamos de la gravedad de la pandemia del coronavirus, aunque comparado con esto... 

Es totalmente diferente, porque ahora el enemigo es invisible, y en los otros puntos sabes contra quién combates. Esto era desconocido, no sabíamos si se transmitía por el aire, por el contacto... y los primeros días de confinamiento fueron duros, la gente estaba acostumbrada a salir y quedarse en casa fue duro.

Ha habido un agradecimiento público explícito a los profesionales sanitarios que han estado en primera línea frente al virus. ¿Echa en falta más reconocimiento hacia las Fuerzas Armadas por su papel en esta crisis sanitaria? 

Nos sentimos arropados por la sociedad. El Ejército es de las instituciones más valoradas del país, estaba un poco escondido, y con la pandemia ha vuelto a dar la cara.La gente lo sabe, pero por recordarlo: la Operación Balmis fue en honor a un médico del siglo XVIII, que llevó la vacuna de la viruela a nuestros compatriotas en América. Por eso me duele ver cuando tiran estatuas, porque los españoles fueron los primeros que crearon universidades para los indígenas, llevaron vacunas... hay mucho desconocimiento. Y no he visto que se haya defendido esa parte de las historia.

¿Cuáles son sus objetivos más inmediatos como subdelegado de Defensa en Soria?

Visitaré a la mayoría de los alcaldes, hasta en los pueblos más pequeños. De momento, no están previstas exposiciones ni otro tipo de actos, pero habrá que mirar fechas para convocar estas actividades y darnos a conocer.

He venido a Soria encantado. Conocía Soria, tengo amigos sorianos, puesto que, como dicen aquí, Zaragoza es un barrio de Soria y tener la oportunidad de estar en activo otra vez lo afronto con mucha ilusión y con muchas ganas.