Acaba de cumplir dos años de creación, pero Detektia Earth Surface Monitoring, la 'startup' tecnológica con sede en Soria, acaba de sumar un nuevo reconocimiento internacional en el 72º Congreso de Astonáutica (IAC) celebrado a finales del pasado mes de octubre en Dubái. La empresa de la que es cocreadora y responsable la soriana Candela Sancho García obtuvo el primer premio en la categoría 'dowstream' del Global Space Markets Challenge en una final en la que competía con otras dos firmas del sector espacial: la belga SatADSL y la canadiense AUG Signals Ltd. «Fue una gran sorpresa. somos muy pequeñitos», comenta Sancho García.
Detektia surgió del laboratorio de topografía y geomática de la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid y forma parte de un proyecto de incubación de empresas tutelado por la Agencia Espacial Europea. Con sedes en Soria y en la capital madrileña, actualmente está formada por siete trabajadores, aunque con inminentes planes de ampliación de la plantilla.
En julio de 2018, Candela Sancho García atravesó en coche el viaducto Polcevera de la autopista A-10 a su paso por Génova (Italia). Tres semanas después, el 14 de agosto esta infraestructura colapsó provocando 43 muertos. «Comentándolo con un amigo, éste me dijo que aplicando la tecnología de monitorización a través de satélite» podrían haberse detectado los problemas en esta infraestructura, relata Sancho García. Fue el punto de partida de Detektia. «Con esta tecnología se ve que había daños, que el puente se estaba deformando. También el edificio de Miami que colapsó [en junio de 2021]», asegura.
«Vimos que esta técnica tenía potencial» y que se podía aplicar a todo tipo de obras, añade.
En ese momento Candela, geofísica de formación, trabajaba en Países Bajos analizando la deformación de la placa euroasiática. No se lo pensó. Crear Detektia (la empresa nació en noviembre de 2019) le ofrecía la posibilidad de volver a Soria, que había dejado a los 18 años para iniciar sus estudios, y embarcarse en un «motivante» proyecto que, paradójicamente, ha arrancado con proyectos en el extranjero. En concreto, en México y en Colombia. «Justo ahora hemos firmado nuestro primer contrato en España», señala Sancho García.
Detektia se sirve de los datos que proporcionan los satélites SAR para analizar cómo se comporta el terreno vinculado a obras como carreteras, puentes, túneles, presas o el seguimiento de infraestructuras ya construidas a través de la técnica EyeRADAR. «Cada vez que pasa el satélite, éste va lanzando ondas que se reflejan sobre la superficie [terrestre] y gracias a éstas se puede ver si el terreno o las infraestructuras que están sobre él están igual o se ha movido un poquito», explica la soriana. A través del procesamiento con algoritmos de inteligencia artificial, ese análisis visual permite comprobar con «precisión milimétrica», y sin necesidad de instrumentación, cualquier alteración que aparezca en el entorno analizado. Esto, insiste Sancho García, «nos permite crear alertas tempranas» que no sólo permiten prever posibles problemas que no pueden detectarse a simple vista, sino que también permite el ahorro de costes de construcción permitiendo reorientar los proyectos de construcción en función de las eventualidades que vayan surgiendo. Pero esta tecnología que permite conocer las deformaciones de la superficie vía satélite puede aplicarse al seguimiento de cualquier otro tipo de infraestructura. «En una autopista de montaña, podemos alertar de un desprendimiento», por ejemplo, explica la geofísica soriana.
Esta técnica a través de satélite de seguimiento de posibles deformaciones en las superficies puede aplicarse a un amplio espectro de la ingeniería civil (carreteras, puentes, túneles, puertos, presas...), pero también a infraestructuras vinculadas a la conducción de productos energéticos e incluso a la gestión de acuíferos, un área de negocio que, apunta Candela Sancho García, «es también muy interesante».
cálculo milimétrico. Además de un calculo al milímetro constantemente actualizado, Detektia también es capaz de realizar un análisis de la zona con una antigüedad de 25 años, coincidiendo con la fecha en la que los satélites SAR fueron lanzados en órbita. «Los satélites de la Agencia Espacial Europea proporcionan una imagen de Europa cada seis días y del resto del mundo cada 12», explica la geofísica soriana. Esto permite realizar un seguimiento pormenorizado de cualquier superficie o infraestructura. «Podemos hacer un seguimiento mes a mes, que es una información muy útil. Aquí aportamos muchos datos que a ojo, si haces una inspección visual de una obra, no se ven», argumenta.
Y no sólo la zona acotada por la construcción de la infraestructura que se realiza en ese momento, también cómo se ven afectadas las áreas aledañas o incluso relativamente alejadas, lo que, insiste Sancho García, puede ser muy útil para controlar posibles efectos en zonas colindantes, especialmente, si están habitados, insiste. «Podemos coger áreas más allá de uno o dos kilómetros» de la traza estudiada, apunta.
Los efectos de la aplicación de este tipo de tecnología, explica la geofísica soriana, tienen también un efecto económico positivo. «A la hora de construir es importante ver cómo se mueve el terreno», insiste Sancho García. Los múltiples datos obtenidos pueden «ayudar a cambiar el diseño» en caso de posibles incidencias o cambiar la cimentación. Eso, insiste la soriana, permite construir de una manera mucho más eficiente y sotenible, a la par que permite, reducir los costes económicos que podrían derivarse de todos los problemas técnicos producidos durante el desarrollo de la infraestructura. Pero, insiste Sancho García, sin olvidar qué posibles efectos están causándose en otras zonas aledañas. «En un proyecto que tenemos en México estamos comprobando cómo se están hundiendo un área de viviendas a causa de la sobrexplotación de los acuíferos», ejemplifica.
de volcanes a obras. Candela Sancho García estudió Física y se especializó posteriormente en Geofísica. «En volcanes, terremotos, placas tectónicas...», explica. Tras trabajar un año el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Barcelona, su trayectoria laboral se desarrolló posteriormente en Canadá y en Países Bajos. Esta nueva etapa en Detektia le ha permitido regresar a Soria «después de 18 años», comenta. Y no sólo ha sido una apuesta de cambio en lo profesional y en lo personal. El hecho de que Detektia tenga cosede en la capital soriana es también un acto de reivindicación del medio rural; la demostración de que «se puede montar una 'startup' desde la España vaciada», insiste, y de que es posible «estar metido en el ecosistema innovador europeo» desde Soria. Además, insiste, si se necesita viajar «estamos a dos horas de Madrid», apunta. Aunque, en realidad, comenta con sentido del humor, los siete trabajadores que actualmente conforman la plantilla de Detektia no se han reunido jamás presencialmente. «Funcionamos muy bien en remoto», señala con humor.
Desde Soria, a través de la información que recibe vía satélite, puede obtener la información que necesita y trabajar en cualquier proyecto del mundo sin necesidad de desplazarse.
En este sentido, premios como el que recientemente ha obtenido esta empresa en el marco del Congreso Internacional de Astronáutica celebrado en Dubái les permitirá seguir avanzando en la internacionalización de su mercado de clientes que por ahora se concentra, principalmente, en el extranjero.
Este tipo de galardones, apunta, les están dando «mucha visibilidad». Los comienzos de una empresa suelen ser difíciles, pero en el caso de Detektia, asegura la geofísica soriana, no está siendo así. La del Global Space Markets Challenge no es la única distinción que han recibido. Justo un año después de creación de la empresa, en 2020, Detektia obtuvo una mención especial en los 10º Premios Sacyr a la innovación entre los 270 proyectos presentados desde 39 países diferentes.
Pero el mayor premio, añade, es que la empresa sigue creciendo. En breve ampliará su plantilla.