La sangría poblacional sigue imparable en Soria. Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) la proyección para el año que está a punto acabar indica que habrá casi 700 defunciones más que nacimientos. Una pérdida de población que no tiene en cuenta otros fenómenos como la emigración, por lo que las cifras negativas pueden ser aún mayores.  Según un estudio en el que ha participado el INE, en 1975 en la provincia nacieron 1.200 personas frente a las 600 de 2017. Es decir, la bajada ha sido del 50%. Además, la tasa bruta anual de nacimientos indica que se han pasado de 2,5 en 1975 por mil habitantes a 1,5 en 2017. Raúl Grande, delegado de este organismo en Soria, apunta que aunque la diferencia parece pequeña en realidad es un dato demoledor. Lo mismo pasa con los fallecimientos, que han pasado de dos por cada mil habitantes a mediados de los setenta frente a tres por cada mil de hace dos años.