Eugenio Aylagas visita la tumba donde se encuentran los restos de los 10 asesinados en 1936 en Bayubas de Abajo. Entre ellos estaba su abuelo, Eugenio Aylagas Antón, "mi abuelo está aquí pero realmente no sé cuáles son sus restos", asegura, "comprobado con pruebas ADN no está". Además cuando se produjo ese traslado "no recuerdo si estaban todos los huesos pero estaban las calaberas y los huesos largos, en la caja que vi no cabían todos".
En 1971, en los últimos años del franquismo, se procedía a la exhumación, la primera permitida en Soria y de la que ahora se cumplen 50 años, pero a su vez se realizó con muy poca visibilización y estrictamente vigilada por la Guardia Civil, "estaban allí presentes y la gente tirando de azada y cuando fueron apareciendo restos mucho disguto en primer lugar". Él tenía apenas 13 años, "estaba todo el mundo muy tocado porque son tus seres queridos".
Se conserva además un desglose de los gastos de la exhumación. El total ascendió a 16.750 pesetas haciéndose cargo del pago de 1.675 pesetas cada una de las diez familias