Fue perseguido durante décadas y llegó a entrar en un peligroso declive. Sin embargo, desde finales de los 80 su presencia no ha dejado de aumentar y en estos momentos se estima que su población supera ya el millar de parejas (entre 1.003 y 1.049) en la provincia repartidas en 96 colonias, a las que habría que sumar 16 parejas que viven de forma aislada.
Soria es territorio de buitre leonado y así queda de manifiesto en el último censo elaborado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), El buitre leonado en España. Población y método de censo. Este estudio, realizado en estrecha coordinación con el Servicio Territorial de Medio Ambiente, sitúa a Soria como «la cuarta provincia en importancia numérica en Castilla y León» al acoger el 13,6% de la población reproductora de la Comunidad. Hace una década, cabe apuntar, Soria ocupaba la séptima posición con 910 parejas distribuidas en 61 colonias y siete aisladas.
Solo Burgos (2.176 parejas),Segovia (1.928) ySalamanca (1.299) superan en estos momentos a Soria en cuanto a presencia de buitre leonado. Entre las cuatro acumulan el 85,5% de la población reproductora de laComunidad (7.671 parejas en total). Hay que tener en cuenta que la Comunidad es la región que alberga la población más numerosa de este ave rapaz en todo España. No obstante, su distribución no es uniforme y hay provincias, como Valladolid, donde apenas se localizan 54 parejas.
dónde están. En la provincia de Soria se distinguen «tres núcleos principales» en cuanto a presencia de buitre leonado. El primero se localiza en «el cordal rocoso de sierras que parte desde las colonias burgalesas de las sierras de Cervera y Pico de Navas y que penetra en Soria por la sierra de Nafría y el Cañón del río Lobos abarcando hasta la sierra de Cabrejas con sus ramificaciones meridionales en los valles de los ríos Milanos y Muriel Viejo, la sierra de San Marcos y la hoz del Duero», indica el censo de la ong.
La segunda zona con mayor presencia de este ave rapaz es en «los valles tributarios del Ebro al este de la provincia», de norte a sur. «Ocupan el valle del Cidacos, desde Yanguas hasta el límite provincial con la Rioja, el valle del río Linares, desde San Pedro Manrique hasta Villarijo y el valle del río Alhama en Cigudosa y San Felices». También pertenece a este núcleo «alguna pareja en el río Val aguas abajo de Ágreda», donde aparecen en las «roquedas de la Muela de Beratón» y «otros roquedales del Alto Isuela, en la Hoz de Ciria» y «ya en el valle del Jalón, entre Somaén y Jubera».
La tercera zona, también la más importante, se ubica en «una serie de hoces y barrancos en el suroeste» de la provincia. En concreto, en los términos de Vildé, Gormaz, Andaluz, Mosarejos, La Riba de Escalote, Fuentegelmes, Torrevicente, Pradejón, Berlanga, Caracena, Ligos, Morcuera... y, especialmente, en «los cortados de arenisca del entorno del yacimiento de Tiermes».
En cuanto a la presencia de buitre leonado en las ZEPAS (Zonas de Especial Protección para las Aves) de Soria, «se han localizado 231 parejas, lo que representa el 23% del total provincial», especifican desde la ong. «La ZEPA del Cañón del Río Lobos, con 170 parejas que viven en seis colonias, es una de las poblaciones más significativa. Allí existen algunas de las colonias más numerosas, con 63 parejas una y otra con 43», según el estudio realizado por la Sociedad Española de Ornitología. También en Montejo de Tiermes hay dos de las colonias más amplias.
Para conocer el estado de la colonia de estas rapaces en la provincia se ha realizado también un seguimiento de la reproducción de más de 800 parejas. De acuerdo al mismo, la reproductividad de buitre leonado en Soria es de 0,62 y el éxito reproductivo del 0,71, por encima de otras provincias de la Comunidad y por encima también de la situación que se registró en la provincia hace una década (cuando el valor productivo era del 0,5, con un éxito de 0,54).
Así las cosas, «la tasa de incremento en la población detectada en Soria en la última década se cifra en un 10,5%, muy por debajo del fuerte aumento que experimentó la población de buitre en la provincia en décadas pasadas», refleja el estudio.De hecho, recuerda, en 2008 la población aumentó un 85% respecto al censo nacional de 1999, y un «espectacular» 300% respecto al de 1989. También el número de colonias ha experimentado un progresivo aumento desde 2008, llegando a aparecer incluso «alguna nueva en Cerbón, Aldealpozo, Almaluez o Torrubia de Soria.
las amenazas. La situación de Soria sigue la tónica nacional. «Aunque se sigue obteniendo una tendencia positiva de la población en la última década, ese crecimiento es cada vez menos pronunciado», avisa Juan Carlos del Moral, coordinador del Área de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife. En España, se han detectado 5.407 parejas más que en el censo anterior (2008), lo que supone un crecimiento de un 17,5-26% en los últimos diez años (29,3% entre 1998 y 2018, 55,4% entre 1988 y 2008 y 48,2% entre 1978 y1988). «Descienden los valores de los parámetros reproductivos pero no lo suficiente como para hacer que el número de pollos volados también disminuya cada año, ya que parámetros relativamente más bajos con población notablemente mayor hace generar un número de pollos cada año más elevada todavía. Así, el declive de parámetros aún no implica la amenaza que sí implica la elevada mortalidad de ejemplares», apuntan desde SEO/BirdLife en un comunicado publicado en su página web. «Aunque no se tienen cifras exactas, se sabe que en la última década murieron miles de ejemplares en los parques eólicos, por ejemplo», concluye del Moral.
Las colisiones, principalmente con aerogeneradores y con infraestructuras eléctricas, son precisamente la principal causa de mortalidad de la especie actualmente, seguida de la desnutrición que sufren muchos ejemplares, especialmente ejemplares jóvenes que se encuentran en dispersión. Otra causa nada despreciable de mortalidad suponen los cebos envenenados en el medio natural.
140 buitres recogidos en 2018. Desde el Servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna de Soria se encargan precisamente de recoger -y recuperar siempre que es posible- a estos ejemplares heridos. «Aproximadamente recogemos 140 ejemplares de buitre leonado al año, de los que sobre un 8-10% se pueden recuperan y son devueltos al medio natural», destaca el jefe de la Sección de Espacios Naturales, Flora y Fauna del Servicio Territorial de Medio Ambiente en Soria, José Manuel Meneses.
El resto de animales que no se consiguen recuperar, «se consideran mortalidad», añade Meneses, que concreta que esta mortandad se divide en dos tipos:natural y no natural. La mortandad natural, que afecta a aproximadamente el 5% de ejemplares, alude a animales «que fallecen por desnutrición, principalmente». El otro 95% «se considera mortalidad no natural» y, dentro de esta, «el factor más importante es la colisión con aerogeneradores, con un 60-65%; seguida por atropello, un 10-15 %; tendidos eléctricos, entre el 3 y el 5%; toxicidad, un 1-5%; y otras causas, un 5%». «Estos animales son llevados al CRAS (Centro de Recuperación de Aves Silvestres) de Burgos», recuerda el jefe de la Sección.
cañón: 100.120 pollos al año. El responsable de Espacios Naturales en Soria destaca la estrecha colaboración que existe con la ong para elaborar este censo, lo que permite, destaca, «cubrir todo el territorio» y disponer de un estudio muy completo y preciso. No obstante, recuerda, además de este censo decenal del buitre leonado que procesa SEOBirdLife, «todos los años se censa por la Junta la población de la ZEPA del Parque Natural del Cañón del río Lobos».
Este estudio permite disponer de algunos datos que evidencian la «magnitud» de la presencia de esta especie en esa zona de la provincia: «En el Parque Natural del Cañón de río Lobos se crían unos 100-120 pollos de buitre al año». «En este año de 2019 se han censado 97 pollos que han podido volar», destaca.
Los datos de 2018 confirman que «la población a nivel provincial ha seguido aumentando» a pesar del temor que había en algunas zonas (como Tiermes-Caracena, donde en 2004 se detectó un descenso). No obstante, es evidente que la tendencia al alza se ha visto frenada de forma significativa en los últimos años.