Sueño cumplido. Mucho antes de lo que esperaba. Alberto Palacios Lázaro pregonará este año la Semana Santa de Soria, como es tradición, la víspera del Domingo de Ramos en la iglesia del Salvador. Es la sede de la Cofradía de las Siete Palabras, de la que forma parte desde que nació. «Sentimiento» es una de las primeras palabras que pronuncia en esta entrevista al hablar de lo que para él supone ofrecer ese discurso inaugural.
Este año tiene la oportunidad de ser pregonero de la Semana Santa soriana, ¿qué supone?
Muchísima ilusión. Soy cofrade desde el día en que nací, mi padre en cuanto pudo salió corriendo para hacerme hermano de las Siete Palabras. El año pasado compartía piso con un compañero periodista y él es de Jerez, y teníamos la conversación de la posibilidad de que cuando fuéramos muy mayores nos dejaran hace el pregón. Y con 27 años estrenados en enero ha llegado. Estoy sorprendido y emocionado, porque la Semana Santa apela al sentimiento.
¿Qué quiere trasladar en su pregón de Semana Santa?
Quiero buscar un término común con todos los que son cofrades y también que nos entiendan los que están enfrente. Lo veo en mi grupo de amigos, somos nueve de Soria y solo soy yo cofrade. El que sea cofrade va a sentirse identificado, pero me gustaría que los que no lo son tengan pistas de por qué es tan importante para nosotros. Quiero trasladar qué es lo que sentimos, qué vivimos y por qué nuestra vida gira en torno a esto. Cada uno tiene sus prioridades, hay gente que ya está hablando de cuadrillas o de cuándo cae el Catapán, nosotros hablamos de cuándo cae el Domingo de Ramos.
Precisamente, a veces se escucha en la calle que buena parte de quienes están en las cofradías también lo están en las peñas sanjuaneras o participan en las cuadrillas. ¿Es su caso?
Claro. Soy nieto por ambas partes de jurados, hijo de jurados, mis padres han sido tres veces secretarios de Cuadrilla, otras tantas cuatros... En realidad, es muy parecido a ser cofrade porque te lo inculcan de pequeño.
Con la Semana Santa pasa igual, hay gente a la que sus padres le inician en esto, pero luego no siguen. Me gustaría que todo el mundo supiera de Semana Santa como sabe de San Juan para poder tener alguna tertulia.
Es periodista, ¿incluirá algún asunto de actualidad en el discurso?
Como periodista el pregón lo tengo vivo, lo voy retocando y no estará cerrado hasta última hora. En principio, no, porque la actualidad me parece demasiado efímera para un pregón de Semana Santa.
¿Cómo se elige a un pregonero de Semana Santa?
La Junta General de Cofradías, después del verano, retoma la actividad y hay una reunión entre los hermanos mayores y el propio presidente en la que se propone algún nombre. Este año no veían clara la decisión y a raíz de una columna que escribí en El Día de Soria el año pasado, que gustó y se compartió mucho en redes, comentaron que, aunque sea una persona joven, parece que sabe de Semana Santa y sabe escribir [risas]. En un reunión se propuso el nombre y, por unanimidad, se eligió.
Por lo que ha podido saber después, ¿cree que, precisamente, se buscó a alguien joven para que atraer a la generación que representa?
Sí, así lo reconoció la propia Junta General de Cofradías. Su intención es que el pregón pase a ser un acto más de la Semana Santa. El pregón de Semana Santa es tan importante como el Miércoles El Pregón de San Juan. Pero hay que apelar a que hay que salir a la calle, a que ahora viene lo bueno, hay que contagiar... Al ser un perfil joven igual se puede llegar a un público objetivo que otros años ni se entera de que hay un pregón.
¿Falta relevo generacional en las cofradías sorianas?
Sí. Cuando hablo con mis amigos veo que no hay interés o vocación. Sin embargo, cuando hablo con mis padres aseguran que se juntaban cuarenta de su edad, la gente más mayor... y hacían mucha vida juntos. Una cofradía no se queda en una procesión, es un año de preparativos. Ahora mismo no veo un relevo evidente, es la verdad.
¿Cuándo salió por primera vez en procesión?
Con cuatro años y con una corneta en la mano. Mis padres tocaban la corneta y lo me parecía llamativo e importante formar parte de todo eso. En casa siempre se cuenta una anécdota. Las Siete Palabras sale el Viernes Santo por la mañana, hora y media para comer y a las 17.00 hay que estar en la concatedral de San Pedro para la procesión general. Con cuatro años comí, me quedé frito y vi que mi padre no estaba. Empecé a llorar porque creía que no había salido. Y llegamos a tiempo.
¿Le gustaría ser hermano mayor de su cofradía o presidente de la Junta General de Cofradías de Soria?
No me la juego a decir que no. El condicionante que veo es que al trabajar y vivir fuera de Soria es más difícil. Lo de los cargos me da pudor, pero todo lo que pueda hacer para dar a conocer la Semana Santa como la siento yo, voy a estar ahí.
A veces conocemos más la cultura, el arte y las tradiciones de otros lugares que del sitio donde vivimos. ¿Pasa con la Semana Santa de Soria?
Puede ser. Hay hasta un cierto complejo... luego ves localidades con menos población y tienen una Semana Santa estupenda. Tenemos una Semana Santa declarada de Interés Turístico Regional y hay ocho cofradías. No hay que tener ningún complejo. Tenemos una Semana Santa muy potente, con un discurso cronológico que llama la atención fuera de Soria.
Si tuviera que hacer una campaña publicitaria sobre la Semana Santa soriana, ¿qué destacaría?
Reivindicaría la austeridad y lo castellana que es. En Semana Santa está habiendo un proceso de 'sevillanización'. Valladolid es austera como nosotros, pero tiene bandas que solo tocan marchas de Sevilla, hay una nueva Cofradía del Cristo de Medinaceli que sale con costaleros y un capataz que viene expresamente de Sevilla. Como no nos hemos contagiado de esa globalización, hay que reivindicar que el que venga aquí va a ver procesiones austeras, va a oír el silencio y va a ver Castilla en Semana Santa.
¿Ya tiene preparado el hábito?
Soy de los que el año anterior ya deja todo listo para el siguiente. La túnica la tengo desde hace mucho tiempo, me ha acompañado muchos años.