Ahora es una lengua muerta, pero en tiempos era capaz de comunicar velozmente las buenas y las malas noticias, desde una celebración a una muerte, un incendio o algo tan prosaico como que el sol entraba en el horizonte. Siberius de Ura, un músico y artista multisdisciplinar afincado en la localidad burgalesa de Covarrubias se ha propuesto recuperar en plena era del WhatsApp esta forma de comunicación ancestral, casi atávica, que las localidades ponían en práctica a través de las campanas de sus iglesias. Para ello ha creado un proyecto, la plataforma virtual Tan:Talán en la que documenta y archiva las campanas y los toques que eran propios de cada municipio. El valor principal de esta iniciativa, no obstante, reside en que también incluye un archivo sonoro que puede disfrutarse interactivamente pulsando en cada una de las fotos incluidas, configurando una especie de volteo virtual. Las de la ermita del Castillo de la localidad de El Royo han sido los primeras campanas sorianas en formar parte de este compendio que, en alrededor de cuatro meses de existencia, ha logrado registrar ya 78 campanas principalmente de Castilla y León, pero también de otros lugares de España como Murcia o Galicia, entre otros.
Por cercanía y por tradición, Siberius de Ura espera que tras la inclusión del primer registro sonoro de las campanas de El Royo, muchas otras localidades sorianas se sumen a esta iniciativa. «Esta es una plataforma abierta a la participación de todo el mundo», explica el promotor de Tan:talán. De hecho, cualquier vecino, institución o asociación que quiera ayudar a preservar los toques y el sonido de sus campanarios puede hacerlo. Sólo es necesario un simple requisito de registro (un nombre y una dirección de correo electrónico) para ser proclamado 'maestro fundidor' campanero virtual de Tan:latán y poder 'subir' así a la plataforma digital los documentos visuales y sonoros de estos instrumentos de percusión cuyo tañer está declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Fue a raíz de esta proclamación, confiesa De Ura, cuando pensó en poner su granito de arena en la labor de documentar y conservar esta forma de comunicación ancestral porque, asegura, esta tradición se está perdiendo y muchas iglesias que aún siguen haciendo funcionar sus campanas llevan a cabo en muchas ocasiones «toques mecanizados a través de ordenador. Ya apenas hay toques manuales y ni siquiera son los propios de las localidades», se lamenta.
Voltear campanas en la era de internetel origen. El objetivo es que las personas, muchas de ellas de avanzada edad, que siguen llevando a cabo la labor de campanero compartan sus conocimientos y contribuyan a preservar este arte. «Hace unos 20 años, llegué a un pueblecito de la provincia de Burgos en el que se tocaba la campana tentenublo, para ahuyentar las tormentas de granizo», recuerda. En realidad, aunque entonces no se dio cuenta, ahí estaba el germen de este proyecto que tiene mucho de musical, pero también de memoria colectiva, de sociedad. Porque antaño, eran muchos los toques que marcaban la vida de las pequeñas localidades y no sólo estaban vinculados a la religión y su práctica. También existían un buen número de avisos que alertaban a la población en caso de incendio u otra clase de peligro. Pero al margen de ello, sostiene el promotor de esta iniciativa, cada campana «tiene una historia» y un sonido propio.
En Soria hay censos que cifran en aproximadamente una treintena el número de campanas en la capital soriana. Algunas tan emblemáticas como el del Centro Cultural Palacio de la Audiencia. La que se encuentra en la parte superior derecha de la estructura metálica se llama Jesús, María y José y data del año 1850. Aunque una de las más antiguas es la que preside el vano derecho de la espadaña de la ermita de Nuestra Señora del Mirón. Su fundición se remonta al año 1637. Cada campana incluida en el proyecto Tan:talán cuenta con una pequeña ficha técnica en la que, además de la fotos, se consignan detalles de cada uno de estos instrumentos como su nombre, su orientación en el campanario, su año de fundición y, si disponen de ellas, las inscripciones que contiene. Asimismo, también se incluye una grabación de su sonido y de los diferentes toques que son propios de cada localidad o, si no los tienen, los que eran más usuales. En el caso de la ermita del Castillo de El Royo fue incorporado el pasado 12 de agosto y en él se han incorporado cuatro grabaciones: a rebato, dos toques a concejo y tentenublo para evitar las tan temidas tormentas.
Una de las campanas tiene por nombre Virgen María y fue fundida en 1712. La otra se llama Santa María del Castillo y Santa Bárbara y fue creada en 1717 por el mismo fundidor, Antonio Medrano.
uso didáctico. Pero el proyecto Tan: talán no queda en una mera labor de archivo. De hecho, uno de los objetivos es que acabe confluyendo en algo «muy interactivo» que pueda de ser incluso de uso didáctico en centros escolares no sólo para conocer cómo se tocaban las campanas antaño, sino también para que los propios alumnos (o cualquiera que lo desee) pueda incluso tocarlas virtualmente a través del ordenador o el teléfono móvil. De hecho, insiste De Ura, esa fusión entre «la vanguardia y lo atávico» que jalona este proyecto es también una de las señas que marca su propia trayectoria musical. De ahí que una de las aplicaciones que esta plataforma plantea para el futuro sea que los interesados puedan crear sus propias piezas musicales utilizando los toques de campana que deseen.
Al fin y al cabo, la idea es convertir este proyecto en una especie de emulador de campanarios que ayude a reverberar la rotundidad de su sonido y a componer también música. De hecho la campana Virgen María de El Royo alcanza una nota musical aproximada de re y la Santa María del Castillo y Santa Bárbara, de sol.
Con el objetivo de que sean muchas más las iglesias que participen en este proyecto, Siberius de Ura anima a campaneros provinciales y entidades sorianas a formar parte de esta iniciativa y a que las campanas, aunque sea en el ordenador o el teléfono móvil, sigan volteando y volteando.