Castilla y León ya tiene lista la hoja de ruta que marcará los planes y programas sanitarios autonómicos de la próxima década. El V Plan de Salud de Castilla y León 2032, que la Consejería de Sanidad espera aprobar en breve, servirá para redefinir los modelos de asistencia, investigación, gestión y relaciones sanitarias con los pacientes bajo el nuevo paradigma de 'Una salud' o 'one health'. Todo ello, con una planificación a largo plazo que permita y facilite el desarrollo completo de los nuevos programas y la consecución de los objetivos. Siete objetivos generales, cuarenta estratégicos y 171 medidas dan cuerpo a la clave de bóveda que sostendrá durante los próximos años la acción del Gobierno de Castilla y León en materia sanitaria, y que también incluye la necesidad de atraer y retener profesionales y una apuesta clara y decidida por la innovación y la investigación. El documento, al que ha tenido acceso este periódico, apunta como principales objetivos a la digitalización del sistema, el refuerzo de la salud pública, la mejora en la atención a colectivos vulnerables y la apuesta por la innovación e investigación.
El V Plan de Salud seguirá lo que se ha dado en llamar los planes de cuarta generación, bajo este concepto propuesto por la Organización Mundial de la Salud que alerta de la interdependencia entre la salud humana, animal y ambiental, y apuesta por un paciente cómplice, con las bazas de la tecnología, el big data y la investigación. Estos planes de cuarta generación tienen una vigencia más amplia, con metas marcadas de ocho a diez años, y giran en torno al ciudadano, la inversión en salud, sostenibilidad, y la salud global, informa Ical.
El departamento que comanda Alejandro Vázquez apuesta para esta nueva era por un enfoque intersectorial de la Sanidad en la que se integren la salud en todas las políticas públicas, abordando determinantes sociales como educación, empleo y vivienda. Bajo ese prisma, la Junta de Castilla y León busca un sistema de salud accesible y equitativo, con especial atención a colectivos vulnerables, priorizando la prevención de enfermedades, la vigilancia epidemiológica y la promoción de la salud. Todo ello, revela el texto, apoyados en la implementación de tecnologías avanzadas para mejorar la atención sanitaria y la experiencia del paciente. No pasa por alto el V Plan de Salud el grave problema de falta de sanitarios que arrastra el Sacyl, y se lanza a atraer y retener profesionales sanitarios mediante formación y mejoras en condiciones laborales.
El documento responde así al cambio urgente de paradigma de abordaje de la salud desde la prevención de la enfermedad y la promoción, y redibujará y actualizará estrategias con el punto de vista puesto en los retos demográficos, que se traducen en mayor enfermedad crónica y pluripatologías, y en aumento de las tasas de dependencia. Se reta a que la prevención y la promoción se expandan como una mancha de aceite en todos los sectores, sin olvidar que debe frenar las listas de espera en pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas, y contar con la población como cómplice en el uso responsable del sistema. En definitiva, este plan representa un «compromiso a largo plazo» del Ejecutivo autonómico para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de Castilla y León mediante un sistema sanitario moderno, eficiente y adaptado a los retos del siglo XXI.
Los siete objetivos generales del plan
El Plan busca priorizar el impacto en la salud de todas las políticas públicas aplicando un enfoque integral de la Salud desde todos los ámbitos. Igualmente, impulsar un modelo de Servicios Públicos en todo el territorio accesible, equitativo y de calidad basado en la atención centrada en la persona. El Plan quiere potenciar la Salud Pública fortaleciendo la promoción de la salud desde todos los ámbitos sobre el enfoque 'one health'.
La Consejería se reta a atraer y retener población activa, introduciendo los nuevos perfiles sanitarios y no sanitarios que apoyen a la salud. También se persigue reorientar la gobernanza hacia un sistema óptimo de calidad con seguridad, basado en la eficiencia y el retorno de la inversión. Por otra parte, se quiere potenciar la investigación y la innovación en el ámbito de la salud para la mejora de la calidad de vida desde la vanguardia sanitaria. El último busca transformar los procesos de los servicios públicos, para mejorar los resultados en salud y facilitar la experiencia de la ciudadanía.
Antecedentes del nuevo plan sanitario
El documento marco nacerá de una evaluación previa de la cuarta planificación general sanitaria cuyo horizonte terminó en 2020 y para la que la Junta marcó una inversión de 4.969 millones de euros. Asume las tendencias que, en el ámbito de la planificación sanitaria mundial, postula no sólo la OMS, sino Naciones Unidas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y Europa, a través de la Agenda 2030 y el reglamento UEproSalud, entre otros. El IV Plan de Salud se prolongó de 2016 a 2020 e introdujo determinantes sociales y marcó el trabajo por áreas de intervención. Profundizó en el cambio organizativo necesario para adaptarse a las nuevas necesidades de los pacientes, cada vez más activos, mejor informados y exigentes, que requiere una adecuada atención en el sistema de salud y la sincronización con los servicios sociales. Giró en torno a cinco áreas de intervención: equidad y salud en todas las políticas; proteger la salud frente a riesgos de origen ambiental y alimentarios; promover estilos de vida saludable y potenciar la seguridad frente a las lesiones; disminuir la carga de enfermedad, y reorientar el Servicio de Salud hacia un atención integrada y una responsabilidad compartida.