La Dirección General de Tráfico, teniendo en cuenta la relevancia que la seguridad vial ofrece a los propios vehículos, pone en marcha, desde hoy y hasta el próximo domingo 12 de mayo, una campaña de vigilancia y control de las condiciones de los vehículos que circulan por las carreteras de la provincia de Soria. Tal y como refleja la Estrategia Española de Seguridad Vial 2030, que identifica como un área estratégica que puede contribuir a reducir la siniestralidad vial los vehículos seguros y conectados, "la antigüedad del vehículo está relacionada con su nivel de seguridad […] y el riesgo de fallecer o resultar herido hospitalizado se incrementa con la antigüedad". En concreto, el riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad, en relación con vehículos de menos de 5 años.
En la actualidad, la antigüedad media del parque de automóviles, censados en la provincia, con menos de 25 años se sitúa próximo a los 12 años. Además, otro aspecto vinculado a la seguridad del vehículo y su contribución a la seguridad vial es la necesidad de mantenimiento del vehículo, que es proporcional a su antigüedad. Un vehículo con deficiencias en los sistemas de frenado, la suspensión, la dirección o los neumáticos es un vehículo más propenso a sufrir un siniestro.
Por todo ello, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y del resto de policías locales que se sumen a esta iniciativa, llevarán a cabo esta campaña de control, con el fin de contribuir a reducir los comportamientos y actitudes que implican un abandono de las condiciones óptimas del vehículo, en consonancia con las líneas de actuación que buscan incrementar el impacto de la vigilancia en relación con las conductas de riesgo. En estos siete días, los agentes se centrarán en revisar el adecuado mantenimiento y puesta a punto de neumáticos, frenos, luces y señalización o ITV favorable, entre otros elementos.
LO QUE DEBE REVISAR
Como hemos mencionado, el adecuado mantenimiento de todos los elementos de seguridad del vehículo se convierte en una actividad totalmente imprescindible para combatir la siniestralidad. Es necesario prestar una especial atención al mantenimiento y puesta a punto de estos elementos:
Dirección: Revísela si nota holguras, ruidos, vibraciones, dureza anormal al girar o desgaste irregular en neumáticos.
Frenos: Haga que le revisen pastillas/zapatas, discos y nivel de líquido de frenos.
Suspensión: Su deterioro es imperceptible, pero de ella dependen la estabilidad y capacidad de frenado.
Neumáticos: Compruebe la profundidad del dibujo (1.6 mm como mínimo), deformaciones, desgaste irregular y presión (en frío).
Luces: Revise tanto los intermitentes como el alumbrado: deben estar en perfecto estado y bien regulados. Su finalidad no es solo la de ver, sino también la de ser visto.
Batería: No olvide revisarla si hay problemas al arrancar o ve sulfatados los bornes. Se encarga de dar vida a todos los elementos eléctricos del vehículo.
Niveles y filtros: Revise el nivel del líquido de frenos, limpiaparabrisas, aceite, así como la tensión de las correas y el estado de los filtros de aceite, aire y polen.
Aire acondicionado: Si enfría poco o se oyen ruidos al conectarlo, mande revisarlo. Además de aportar confort, disminuye la fatiga, lo que repercute en la seguridad.
Lunas y limpiaparabrisas: Compruebe el estado de las lunas y escobillas del limpiaparabrisas. Debe verificar que el parabrisas no presenta daño alguno, ya que es una pieza fundamental en la resistencia estructural del vehículo, en la eficacia del airbag y en la de ser soporte de cámaras y sensores de dispositivos de ayuda a la conducción.
Inyección: Ante aumentos del consumo, tirones al arrancar o en marcha, haga revisar el sistema de inyección (carburación en coches antiguos).