Tras la derrota ante el Cacereño, la imagen sobre el césped del Príncipe Felipe era la de la tristeza de un Numancia que veía cómo se le escapaba el ascenso directo a Primera Federación. Las lágrimas inundaron los ojos de jugadores como Tamayo o Alain Ribeiro, ambos sentados en el banquillo recibiendo el consuelo de sus compañeros. "El equipo está roto ahora mismo", reconocía el capitán.

A unos metros la imagen de Javi Moreno era desoladora. Solo y mirando al vacío, el técnico intentaba asimilar la derrota. "Ahora mismo solo puedo pedir disculpas a la afición", afirmaba después el técnico en sala de prensa. "No hemos estado a la altura", sentenciaba.

Con un equipo completamente hundido anímicamente, Javi Moreno dejaba un último mensaje. "Tenemos una segunda oportunidad", aseguraba. A ese mensaje se agarra ahora el club con el objetivo de conseguir que en unos pocos días se olvide una dolorosa derrota. Las opciones de estar en Primera Federación siguen siendo reales y todo pasa por recuperar a la plantilla y al cuerpo técnico. Todavía queda batalla.