Lo del artesano Aitor Ruiz, con 25 años de trayectoria, es pintar «cuadros muy frikis» de iconografía pop o actual de cómic, cine, música... Son obras personalizadas y únicas, que elabora además sobre pallets, primero a lápiz y después con acrílicos. Para vender sus productos, en pleno confinamiento acaba de crear la web irreverentes.art para mostrarlos y atender pediros, aunque siempre había vendido mucho en ferias de artesanía y temáticas (cómic, cine...) y mercados medievales. «Yo soy de los bichos raros a los que la pandemia ha venido bien, porque me obligó a ponerme las pilas... He creado página web y estoy funcionando muy bien en redes sociales», explica. Ahora vende más así que en ferias: «Si antes eran cuatro cuadros al mes en internet y redes sociales ahora son 40».
«Lo que yo hago es algo difente. Hay gente que a lo mejor es fanática de Star Wars y me lo piden para ellos o para alguien a quien lo quieren regalar», concreta. Pero lo que valoran mucho sus clientes «es que sea algo hecho a mano. No es una serigrafía ni una impresión, yo parto desde cero, desde buscar pallets y otras maderas a preparar los bastidores y, después, pintarlos a mano». Por eso, junto al cuadro se les entregan las imágenes del proceso, «para demostrar que eso no lo hace una máquina». «Les gusta mucho, porque les gusta tener la historia del cuadro que están comprando para casa», explica, «por mucho que quisiera, nunca saldrían nunca dos iguales». En estas semanas pueden contemplarse sus creaciones en el Enjoy Cofee, junto a la plaza del Salvador de Soria.
convocatorias. En su taller en la galería Arte 64, en la avenida de Valladolid, hay dos partes: una en la que prepara los bastidores de madera desde los pallets y otra donde pinta los encargos. También guarda allí lo que Irreverentes Soria lleva a las distintas ferias en las que participa. Este verano estarán en Santander y después irán a la Cómic Con de Gijón, mientras que la última en la que participaron antes del confinamiento fue la Cómic Con de Valladolid. Casualidades de la vida.
Con la crisis, reconoce que «el tema de las ferias se ha ido al garete, en general» y los Ayuntamientos «tienen todavía miedo y muchas dudas ante la normativa». Sí se haceb las de artesanía de Soria y Burgos, mientras que las medievales y multisectoriales, como la de Almazán, se han suspendido por lo menos hasta septiembre y octubre. Lo lamenta porque «el verano es una de las épocas en las que mejor funciona este sector».
A ello se suma que «no sabemos cómo reaccionar» y «muchos artesanos no se atreven a salir por si les pilla otro confinamiento fuera, prefieren quedarse en casa». Aitor Ruiz opina que «las ferias están de capa caída y tienen que renovarse. Salvo las ferias de artesanos de verdad hay poca artesanía y la gente está muy harta de ver siempre lo mismo en todas las partes. A mí me funciona medianamente bien porque llevo algo diferente, a la gente le gusta y lo valora».
Con la actual crisis económica y el parón de actividades, muchos artesanos han tenido que recurrir a ventas por internet y redes sociales para seguir adelante, a Irreverentes Soria le ha ido bien. «Los precios dependen del trabajo que lleven los cuadros, entre 20 y 50 euros, no tiendo a ser muy caro. Depende de la dificultad porque hay cuadros que hecho por 170 euros». Cuando alguien le encarga un cuadro siempre facilita el presupuesto calculando el tiempo. También cuenta las horas de trabajo previas antes de empezar a dibujar, de recolección de pallets, montaje, corte, lijado...
experimento. Aitor está experimentando, junto a la restauradora Cristina Aza (compañera de taller en Arte 64), la decoración de muebles antiguos con sus pinturas. Han trabajado en una alacena antigua con pinturas de personajes de las películas de Tim Burton. El resultado es muy original, por lo que puede ser una vía creativa para estos dos artesanos que suman talento para crear piezas únicas. «Podría servir de escaparate para poder aceptar trabajos de este tipo y para mostrarlo en las ferias», comenta.