Apesar de que oficialmente el club comenzase a andar en la temporada 1974/1975, hay mucho fútbol antes.
LOS INICIOS. En Tardelcuende se empieza a visualizar lo que serían los primeros pasos de su equipo en la década de los 50. En la campaña 58/59 ya participaron en el Campeonato Provincial de Fútbol del Frente de Juventudes de Soria, aunque nunca llegó a federarse.
En los 60 sí que entra por primera vez en competiciones oficiales de la mano de la Federación Aragonesa de Fútbol. Fue una temporada aislada, ya que en 1967 desaparece aquel club.
Tenemos que trasladarnos hasta 1972, cuando el entonces presidente Mariano José Gonzalo forma la Sociedad Deportiva Tardelcuende. Este mismo año se construye el Campo del Polideportivo Municipal, el actual Abel Antón.
Ya en la temporada 1974/1975 es cuando el reloj comienza a correr, pues la S.D. Tardelcuende vuelve a las competiciones de la denominada Segunda Regional Aragonesa.
El primer título oficial llega al poco tiempo. Mariano Corredor, el presidente de la entidad recuerda con asombro esa época. «Por aquel entonces había mucha competición. Los pueblos estaban nutridos de gente y el fútbol era el deporte estrella. Tuvo mucho mérito hacerse con esa Copa San Saturio»
Seguidamente, llegó ese ascenso a Primera Regional Aragonesa en una situación «poco justa». «Suponía un salto económico importante, y era una liga lejana. Estuvimos unos cuatro años compitiendo por los campos de Aragón con mucha dignidad», señala.
Sin embargo, en la temporada 85/86, al trasladarse los equipos sorianos a la Federación de Castilla y León, los pizorreros descienden de categoría en los despachos a la Segunda Regional Castellana.
Hasta en dos ocasiones renunciaron a ascender. La primera vez sucedió en la temporada 1988/1989. «Nos lo han ofrecido más veces», destaca el presidente. «Siempre queremos subir como primeros, por méritos propios, no porque renuncie el primero o el segundo, como sucedió este año».
AÑOS DE LUZ Y SOMBRAS. En este siglo XXI, trasladándonos a 2009/2010, el club vuelve a decir que no a un ascenso. «En esos momentos ya estábamos nosotros en la directiva», destaca Corredor. «Nos pilló de sorpresa ganar esa liga, pues veníamos de una mala racha. No estábamos listos para dar un paso tan significativo con todas las consecuencias que conlleva. Ya sabíamos que ese momento llegaría más adelante».
Y llegó ese momento tras hacerse con la liga del 2016/2017. «Subimos con algo de miedo. Presupuestariamente y deportivamente es un gran paso. Subir al Regional suponía posicionarse casi en Tercera División. Todo es más profesional», compara.
Tras cuatro años en categoría Regional siendo la población más pequeña de la misma, en la temporada 2022/2023 suena la alarma.
«Teníamos la capacidad, las instalaciones y el presupuesto, así como el respeto de la Preferente. Sin embargo, tropezamos con el problema de no tener jugadores». El recuerdo de esa primera jornada de liga sigue en el recuerdo del presidente. «El Turégano nos hizo el paseíllo por acudir con lo justo, con 11 jugadores».
Alfonso Ramírez entraba como entrenador en la siguiente temporada, en el marco de la Liga Provincial. «Se mantuvo en bloque formado el año anterior», señala. «Al final en una liga provincial tienes menos compromiso».
Para esta presente temporada, el técnico no se marca unos objetivos concretos. «El nivel te lo van a poner los jugadores y el campo. Ganar es lo que todos queremos, pero no sabes ni cómo llegan el resto de los equipos ni cómo va a reaccionar el tuyo». Y en el cortoplacismo no entra un ascenso. «En marzo a ver dónde estamos», señala el míster entre risas. «Muchos me dicen que partimos como favoritos, y no. Competir es lo único que planteo».
Por el momento, el conjunto soriano comienza la temporada el 29 de septiembre frente al CD Navaleno, un equipo que el técnico conoce de primera mano. «Jugué en el equipo en su día», confirma. «En las dos temporadas que llevo, hemos ganado todos los partidos menos uno que empatamos. Cada temporada es un mundo, y no podemos regirnos por temporadas pasadas».