El 12,6% de la población residente en Soria procede de otros países, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al resultado provisional del Movimiento Natural de la Población a 1 de enero de 2024. Es más, la provincia ha vuelto a pasar de los 90.000 habitantes (90.297, concretamente) gracias a la llegada de ciudadanos extranjeros, que en el último año han aumentado de 10.363 a 11.358 (995 más), mientras que los habitantes españoles que viven en territorio soriano han bajado de 79.165 a 78.939. Si estas cifras demográficas se trasladan al ámbito sanitario se deduce que uno de cada diez pacientes atendidos es extranjero. Una cuarta parte de los extranjeros residentes en Soria procede de Centroamérica y Sudamérica, por lo que la mayoría de estos ciudadanos (a excepción de los brasileños) hablan español, mientras que un 36% son de origen marroquí, búlgaro y rumano, más de 4.000 personas cuya lengua nativa no es el castellano. Todos estos ciudadanos son potenciales usuarios de la sanidad soriana, por lo que el idioma puede suponer una barrera para una asistencia óptima. Para ello, todos los centros sanitarios de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León disponen de un servicio de interpretación telefónica (Interpret Solutions) al que los profesionales sanitarios pueden acceder para solicitar un intérprete en línea cuando algún paciente no habla español y hay dificultades para conocer cuál es el motivo de la consulta.
María Jesús Sotillos, médico de familia y responsable del Servicio de Gestión de Usuarios en Atención Primaria de la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria (Gasso), apunta que este sistema está centralizado y permite la traducción de 75 idiomas. «Forma parte de nuestra intranet. Cada centro tiene un código. En Soria están los 14 centros de salud, el Complejo Hospitalario y emergencias», aclara.
Para su uso se marca un número de teléfono (983982896), activo las 24 horas del día y los 365 días al año. Después la locución pide el código, que es el que corresponde al centro sanitario, y el idioma que se requiere para la 'teletraducción'.
UN CASO PRÁCTICO. Así las cosas, María Jesús Sotillos explica con un ejemplo cómo funciona este servicio. «Lo he utilizado con una paciente cuyo idioma es el árabe. Aunque presentó informes médicos en francés y los podíamos leer, la interpretación nos resultaba muy dificultosa para comprender la patología que presentaba, la anamnesis [antecedentes personales y familiares], al igual que transmitirle a ella la información», sintetiza.
De esta forma, la responsable de Gestión de Usuarios hace hincapié en que el servicio «funcionó sin problema», en pocos minutos tuvieron acceso a un intérprete, se pudo hacer una llamada a tres, incluida la paciente, y permitió conocer «toda la información clínica» necesaria y transmitir con precisión a la usuaria el tratamiento a seguir en ese momento, así como valorar su evolución.
«No lo había usado nunca y dudas de cómo puede funcionar. Pero hay que destacar que fue una atención inmediata, la conversación fue muy fluida y la paciente se quedó satisfecha, al igual que la parte médica, porque entendimos lo que estaba pasando y se pudo llegar a una buena asistencia, que es de lo que se trata», subraya.
En este sentido, Sotillos menciona los traductores que ofrece internet, si bien no son suficientes para abordar un caso clínico en el que surgen cuestiones muy técnicas para lo que se requiere un medio preciso y rápido. «Al intérprete le trasladas todo aquello que quieres preguntar, te da las respuestas y le transmites, igualmente, las instrucciones para el paciente. En esta situación, se trataba de un caso muy difícil en el que hubo que intervenir porque era imposible entenderse en una conversación entre la paciente y su médico», concluye.