Una caldera que aprovecha el procesamiento de datos en cualquier parte del mundo para generar calor (para agua caliente y calefacción) a través de la refrigeración líquida (la principal innovación del proceso), con un ahorro en las facturas eléctrica y térmica y una compensación económica por parte de las empresas, además del descenso de emisiones de CO2, es la idea de negocio de la empresa Therminer, entre las cien finalistas de la South Summit Startup Competition 2024 a la que han concurrido 4.700 de diversos países.
El ingeniero soriano Aarón Molina, cofundador de esta firma con Gonzalo García, decidió apostar por su provincia e iniciar la actividad en 2022 en las Naves Nido de Valcorba con el apoyo de la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Soria. Es un sistema de economía circular -compatible con placas fotovoltaicas- que sirve tanto a viviendas como a industrias. De hecho, el primer proyecto corresponde a una instalación industrial, desarrollando después una veintena para viviendas unifamiliares de Soria, Madrid y Valencia. Han realizado una veintena de éstas instalaciones en 2024 (cuatro al mes), después de comenzar la comercialización el año pasado y el diseño hace varios.
Ahora estudian la implantación en comunidades de vecinos con un prototipo de mayor tamaño. Estas instalaciones serían como en el caso de la biomasa, sin hacer obras, y basada en el pago por consumo. Terminer establece ahora contactos con empresas energéticas.
Therminer: Valor añadido energético del procesamiento de datos - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez MartínezLa implantación estratégica en Soria se debe también a la climatología y a la ubicación geográfica, algo positivo para crecer. «Es el mercado que mejor se adapta, pequeño pero muy centrado», manifiesta Molina, destacando el apoyo del Ayuntamiento de Soria, la Cámara de Comercio y empresas locales. Otra de las novedades es que la empresa ya trabaja en un prototipo para generar frío.
caldera. La empresa es la única que desarrolla y comercializa este proceso energético en España y en Europa hay tres o cuatro. «Es el principio de un cambio de tendencia del sistema», apunta Molina. Cada instalación cuenta con un proyecto energético que determinará el coste y la potencia sugerida (de 3,5 Kw de una vivienda pequeña a los 20 Kw de una industria), con amortización de año y medio a tres años (en el caso de las placas solares).
En la nave, Aarón Molina, junto a Guissbell Gonzáles, directora comercial, y Mario Torrecilla, director de operaciones, nos muestran la caldera, que contiene 'superordenadores' condensados en un pequeño espacio. «En las placas con chips se hace circular el líquido dieléctrico, que se calienta y se traspasa al circuito de agua caliente y radiadores», explican.El aparato, con conexión a internet, elimina la ventilación o los equipos por aire que disipan el calor.Otra ventaja es que tiene un sistema de control y fallos predictivo y es la alternativa económica a la aerotermia, siendo «más eficaz en climas extremos».