Humor irreverente, romanticismo y frescura fueron las claves del éxito de Hombres G y del descomunal fenómeno fan que desencadenaron a mediados de los años 80 en España y Latinoamérica.
De todo eso y mucho más hablan David Summers y los suyos en Nunca hemos sido los guapos del barrio, una nueva biografía que acaban de publicar en la que repasan sus 37 años de trayectoria, con más de 20 millones de álbumes vendidos, desde sus comienzos como banda punk hasta su última gira de Resurrección, interrumpida por el coronavirus.
Estos son algunos de los momentos clave y anécdotas que evocan en el libro, editado por Plaza & Janés y escrito por el periodista Javier León Herrera.
Los comienzos
El punk fue clave en la formación de Hombres G con su filosofía del «hazlo sencillo y a tu manera». David Summers, junto a su amigo de infancia Javi Molina (batería) formaron Los Residuos, al que pronto se uniría Dani Mezquita (guitarra). Tocaron por primera vez en la facultad de Industriales de la Complutense junto a Alaska.
El cuarto integrante
Un día se enteraron de que en el programa Aplauso de TVE buscaban músicos para grabar un playback de una actuación de Carmen y Antonio, los hijos de Rocío Dúrcal. Para ello pagaban 5.000 pesetas.
Ahí se presentaron y fue así como conocieron al que acabaría siendo el cuarto integrante de Hombres G, el guitarrista solista Rafa Gutiérrez. El vídeo de la actuación, con los perfiles reconocibles de algunos de ellos, aún puede verse en Youtube.
El cine
Los cuatro integrantes del grupo eran apasionados de la música. Escuchaban desde los Sex Pistols a los Beatles, de Squeeze y Police a Jackson Browne y Carole King, de Bruce Springsteen a Deep Purple o Pink Floyd, pasando por la música de orquesta de Benny Goodman o Glenn Miller.
Summers era además cinéfilo y esa impronta quedó reflejada en su nombre. Primero se pusieron Los Bonitos Redford, pero a nadie le convencía y vino lo de los Hombres G por la película de James Cagney Contra el imperio del crimen (1935), cuyo titulo original era G-Men.
‘Macu’, la inspiración
Inmaculada fue el primer amor de Summers a los 16 años en el madrileño Parque de las Avenidas. «Yo me iba haciendo cada vez más punk y ella cada vez más pija, hasta que me dejó por otro pijín», recuerda el músico en el libro.
Antes de dar uno de sus primeros conciertos en la sala Rock-Ola, Summers se enteró de que Macu iba a estar ahí con su nuevo novio, así que compuso una canción para irritarla en directo.
Cuando todo cambió
Tras llamar sin éxito a la puerta de todas las multinacionales, Paco Martín les ofreció publicar su primer disco en un sello nuevo, Twins, que acabó saliendo a la venta en marzo 1985.
A partir de ahí todo empezó a ir muy rápido, pero el día que recuerdan como el principio del resto de su vida fue el 1 de junio de 1985, un concierto en la Sala Astoria de Madrid al que llegaron por los pelos y de resaca, y donde se encontraron por sorpresa con una marabunta que coreaba todas sus canciones.
Fans
Desde el principio los conciertos de Hombres G se llenaban sobre todo de adolescentes enloquecidas.
Summers les dedicó la famosa canción El ataque de las chicas cocodrilo.
Reencuentro
Por desgaste y agotamiento, el grupo se separó en 1993.
En 2002 se metieron de nuevo en un estudio y se embarcaron en una gira por América donde pudieron comprobar que aún seguían llenando grandes auditorios y colgando carteles de «no hay entradas». Desde entonces han publicado cuatro álbumes más y pronto llegará el quinto.