Castilla y León cedió en abril su liderazgo en turismo rural a Islas Baleares al registrar 124.829 pernoctaciones, un 38,6 por ciento menos que en el mismo mes de 2023, por el efecto de la Semana Santa (el año pasado se celebró en abril, mientras que este año ha caído en marzo), mientras en el conjunto del país descendieron un 29,7 por ciento, hasta las 821.393. Además, los viajeros disminuyeron en la Comunidad un 31,8 por ciento, con un total de 61.296, frente a la caída del 23,9 por ciento de la media nacional (350.649), según la Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos Extrahoteleros publicada hoy por el INE y recogida por la Agencia Ical.
Por comunidades, Baleares es el destino preferido, con el 17 por ciento del global de pernoctaciones de España (139.291), por delante de Castilla y León, con el 15,2 por ciento y Cataluña, con el 8,1 por ciento (66.807).
La estancia media en la Comunidad se situó en 2,04 días, frente a los 2,34 de la media nacional, y de las 124.829 pernoctaciones, 112.222 correspondieron a residentes en España y el resto, 12.606 a extranjeros.
Entre las quince provincias con mayor número de pernoctaciones se encuentran cuatro de Castilla y León. Burgos ocupa así la cuarta plaza, con 25.740 lejos, no obstante, de Málaga, que lideró esta clasificación a nivel nacional con 63.736. Segovia, por su parte, registró 19.153, situándose en séptimo lugar. León ocupa la novena posición con 17.493 pernoctaciones, y Ávila es décima con 17.339.