El Numancia se deja dos puntos ante el colista

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CD NUMANCIA
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Laredo
La precipitación y la falta de acierto en los metros de la verdad acabaron por desesperar al conjunto numantino

El Numancia se deja puntos ante el colista

El C. D. Numancia se estrelló con los palos de Los Pajaritos y no pasó del empate a cero ante el C. D. Laredo, colista de la categoría, y que en un ejercicio de resiliencia y buen hacer defensivo arañó un punto ante los de Aitor Calle, superados primero por la falta de acierto ante la meta rival y después por la ansiedad y la precipitación al ver que las cosas no salían con el paso de los minutos.

Lo cierto es que el Numancia no está dando con la tecla para superar a los equipos de la parte baja de la clasificación, pues los sorianos han cedido puntos en su estadio ante Escobedo, Guijuelo, Llanera y Laredo. Errores que se pueden pagar caro en este campeonato que se decidirá por detalles y que está ya en la recta final del mismo.

Hoy el equipo mereció mejor suerte, pero la precipitación y la falta de acierto en los metros de la verdad acabaron por desesperar al conjunto numantino, nada fluido en la circulación de balón, espeso también en situaciones donde es realmente bueno, como son los centros laterales y las jugadas de estrategia.

El partido pudo ser otro si, a los dos minutos, el Numancia hubiera acertado y no se hubiera topado con los palos. Jony cabeceó a la madera, el balón se paseó con suspense por la línea de gol hasta que un defensa rival lo sacó como pudo y, después, Grande cazó el rechazo pero su disparo fue también repelido por el poste de David Puras.

La jugada acabó siendo premonitoria de un partido en el que el Numancia, con mayor o menor acierto, percutió y percutió sobre el área rival durante los noventa minutos.

Dani Fernández era una constante amenaza para la defensa cántabra cada vez que atacaba un espacio, estirando a su equipo y ofreciendo alternativas, pero careció de continuidad en sus compañeros de ataque, desacertados a la hora de resolver mejor y dar soluciones cuando tenían el balón, pues Góngora, empeñado una y otra vez en hacer la guerra por su cuenta, sin elegir bien cada situación a pesar de su capacidad para romper defensas gracias a su velocidad y calidad y Carlos González, que no estuvo cómodo en todo el partido, ni Jony, apenas pudieron acompañar y ayudar en las galopadas del delantero de Arcos de Jalón.

Por su parte, el Laredo supo dividir bien al equipo rojillo. Por un lado bien pertrechado atrás, por otro, bien organizado para dificultar la salida de balón del Numancia, obligando a los centrales numantinos a jugar en largo y evitando que los rojillos circularan el balón con paciencia y ritmo.

Se llegó al descanso con un disparo previo de Góngora que se marchó desviado tras una jugada de estrategia, y en la segunda parte el Numancia apareció en el campo con una marcha más, con intensidad renovada y ganas de abrir la lata. Marc Fuentes cabeceó un saque de esquina botado por Bonilla y el balón, de forma incomprensible, no encontró portería.

Los buenos minutos del cuadro de Aitor Calle se sucedían, pero el equipo no acertaba. Carlos González lo intentó desde lejos, pero su disparo no cogió portería, y otra vez Marc Fuentes pisó área, pero su tiro tampoco estuvo acertado. Las situaciones se sucedían y el equipo, poco a poco, fue perdiendo frescura y ganando en ansiedad. Aitor Calle intentó agitar el equipo con los cambios, pero ningún rojillo en el césped fue capaz de imponer calma y un mínimo de paciencia en la elaboración de los ataques. El Numancia quería, lo intentaba, pero era presa de la precipitación.

Góngora disparó raso y cruzado desde la frontal y el balón volvió a tocar en el poste, y Bonilla hizo lo propio, y esta vez fue el meta visitante el que cedió un saque de esquina. Los minutos pasaban y el Numancia no era capaz de perforar la meta cántabra.

A falta de cinco minutos para el final, Calle dio la oportunidad a Godson, delantero del filial rojillo y que acumula más de 25 goles esta temporada entre el Juvenil A y el Numancia B. El joven atacante ghanés del Numancia estuvo a punto de vivir el debut soñado con el cuadro rojillo, pues en el tiempo añadido ganó un balón dentro del área y su disparó se estrelló también con el poste, negando el gol y la victoria al Numancia. Lo que hubiera sido un momento inolvidable acabó en un llanto desconsolado cuando el árbitro pitó el final del partido, haciendo inútil el esfuerzo rojillo por buscar el triunfo.

Es cierto que el cuadro de Aitor Calle mereció mejor suerte, no sólo porque estrelló hasta cuatro balones en los palos, sino porque fue dueño y señor del partido, a pesar de no saber controlarlo para haber conseguido superar el orden del Laredo.

La semana es corta y, posiblemente, definitiva de cara a las aspiraciones de ser campeón. El miércoles visitamos al líder Pontevedra en Pasarón y el domingo viajaremos a Camargo para medirnos al Escobedo, otro de los equipos que pelea por escapar de los puestos de descenso.