PP y Vox, ¿ruptura total o socios en la sombra?

Ical
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Los populares dejaron caer la polémica ley de concordia, pero el grupo de García-Gallardo se mantuvo firme para sacar la norma de blindaje de los servicios esenciales

El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, escucha la intervención del portavoz de Vox, Juan García-Gallardo, en el pleno de las Cortes. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Los grupos Popular y Vox iniciaron este periodo parlamentario como exsocios tras la ruptura del acuerdo de gobierno ante una posición encontrada en la política de inmigración. Tres plenos de las Cortes después, el PP dejó caer la polémica ley de concordia, pero contó con el apoyo del partido de Juan García-Gallardo para aprobar el prometido blindaje de los servicios esenciales. ¿Ruptura total o coaligados en la sombra?, es la pregunta que se hace el resto de la oposición.

El pasado 12 de julio Juan García-Gallardo, en una multitudinaria rueda de prensa, anunció la renuncia al cargo de vicepresidente de la Junta y su paso a las Cortes como portavoz de Vox. También advirtió al PP que nada sería «gratis». Ahora, tocan los presupuestos, el presidente Fernández Mañueco comprometió que se presentarán, pero necesita a los grupos de la oposición, en concreto a su exaliado.

En un repaso realizado por Ical de las iniciativas debatidas y votadas en los tres plenos celebrados hasta ahora, el Grupo Popular enfadó a Vox al votar con el resto de la oposición paralizar la ley de concordia. Su caída fue celebrada de manera particular por los socialistas, en especial por Luis Tudanca.

Sin embargo, Vox se mantuvo firme y salvó la ley de blindaje de servicios esenciales, comprometida por el presidente de la Junta, frente al rechazo del resto de la oposición. «Por responsabilidad», explicó García-Gallardo, que antepuso «la lealtad» de su partido ante «la falta de palabra» que atribuyó a Mañueco.

El «no» del PP a propuestas de Vox, aparte de la norma de concordia que estaba en el acuerdo de gobierno, ha tumbado una moción sobre empleo y diálogo social, con la que el segundo trató de reivindicar su gestión en la Consejería de Industria, Comercio y Empleo a cargo de Mariano Veganzones.

También dolió a Vox el voto en contra del PP a sus dos proposiciones no de ley para reducir impuestos, lo que ha servido a García-Gallardo para cuestionar la política impositiva de su exsocio. Sin embargo, Vox no ha llevado aun ninguna iniciativa en materia de inmigración, esgrimida como causa para romper el Gobierno.

El PP pierde votaciones.

La abstención de Vox ha supuesto que el PP haya perdido algunas votaciones. Al fijar esa posición, el PSOE vio aprobada su iniciativa para modificar la ley del juego y casas de apuestas. También, su apoyo a un plan de salud mental y a la declaración de Monte La Reina como proyecto regional arrastró a los populares a votar a favor de propuestas socialistas.

En el último plenario, la abstención de Vox propició que el PP se quedara solo en la petición de UPL, respaldada por toda la oposición, para suprimir la Fundación para la Promoción de los Valores e Identidad de Castilla y León, creada por la Junta para conmemorar la unión de las coronas de León y Castilla en el año 1230.

Sin embargo, PP y Vox se han mantenido unidos para rechazar la toma en consideración de las proposiciones de ley socialistas para declarar autoridad a los agentes medioambientales y crear el cuerpo de bomberos forestales. Su mayoría absoluta hizo que ambas iniciativas no sigan adelante.

En vivienda, financiación autonómica y publicidad institucional también han unido sus votos. Así, se aprobó la propuesta del PP para pedir la derogación de la ley de vivienda y se rechazó la del PSOE para que la Junta cree un parque público de alquiler con 5.000 inmuebles en dos años. Igual ocurrió con el rechazo de una financiación singular para Cataluña o con la defensa del reparto de fondos a los medios de comunicación.

No obstante, García-Gallardo observa en este tiempo un acercamiento de los populares a las políticas socialistas y a los sindicatos, a quienes su partido «quitó privilegios», que, en su opinión, se recuperan con el rumbo que se ha dado al Diálogo Social. «Que nadie le estropee la campaña preelectoral de abrazos a los sindicatos y otras organizaciones» al presidente de la Junta, sentenció el portavoz de Vox.

«Nos lo pone muy difícil», asumió el dirigente de Vox ante un posible apoyo de su grupo a los nuevos Presupuestos. En la otra oposición se preguntan si la ruptura es real, si es postureo o si siguen como socios en la sombra. El socialista Luis Tudanca lo tiene claro: el presidente de la Junta tiene que pasar «la prueba del algodón» en cada pleno.