Sanjuanes, unas fiestas para ser filmadas

EDS
-

La estrecha relación que los sanjuanes han mantenido siempre con el mundo del cine documental arrancaron en torno a los años 40 del pasado siglo con el primer rodaje

Sanjuanes, unas fiestas para ser filmadas

Había expectación en Málaga este año por ver La Saca, la lidia del Viernes de Toros, los Agés, el esplendor del Domingo de Calderas, la bajada de Las Bailas. Y no era para menos, la XXVII edición del Festival de Cine de esta ciudad andaluza recuperó el pasado mes de marzo San Juan del toro, un cortometraje filmado en el año 1965 que inmortalizó, a lo largo de 11 minutos de metraje y a todo color, los sanjuanes de aquel año. La proyección tuvo lugar dentro de un programa especial dedicado a la cineasta francesa Nadia Werba (París, 1926), una artista multidisciplinar que, precisamente, debutó en el mundo del cine con este filme sobre las fiestas de San Juan de la capital soriana. Pero, la de Werba no es la única obra cinematográfica sobre los sanjuanes. El cine y la televisión han encontrado, al menos desde los primeros años 40 del pasado siglo, fecha en la que se tiene constancia de la primera filmación, la temática perfecta para los mejores encuadres, travellings y bellas secuencias. 

Las primeras imágenes que se conservan se remontan al No-Do, el noticiario de emisión obligatoria en todos los cines de España durante el período de la dictadura militar de Francisco Franco. En el archivo de la Filmoteca Nacional, que atesora el fondo documental del NO-DO, hay referencias a reportajes rodados en 1943 y también en 1949, imágenes de gran valor histórico que muestran cómo se vivían y celebraban los sanjuanes en aquel tiempo. Aunque la anécdota más curiosa, fue el rodaje del noticiario cinematográfico del Régimen del año 1963. Con la fuerte lluvia caída aquel año durante la jornada de La Saca, la cámara cayó a un charco y se perdió todo el material rodado hasta entonces. Según cuenta el historiador y crítico cinematográfico soriano Julián de la Llana en su artículo San Juan en imágenes publicado en Revista de Soria, tuvo que repetirse la traída de los toros desde Valonsadero de forma simulada el Lunes de Bailas.

san juan en color 

Sanjuanes, unas fiestas para ser filmadasSanjuanes, unas fiestas para ser filmadasaño 1956

Aunque las secuencias cinematográficas más antiguas a las que De la Llana hace referencia en ese mismo artículo datan del año 1940. Se trata de un trabajo que, bajo el título de Fiestas de San Juan, firmó el realizador Serra. 

Para los primeros fotogramas sanjuaneros en color habría que esperar, no obstante, hasta el año 1956, según De la Llana, y el cortometraje que realizó ese mismo año Julián Maestro y cuyo negativo se encuentra depositado en el Archivo Histórico Provincial, dentro de la Colección Carrascosa. 

nadia werba

una cineasta debutante 

Nadia Werba (París, 1926) llegó con la 'trouppe' de Doctor Zhivago y se enamoró de Soria y su cultura, tanto que acabó exponiendo sus pinturas en la capital invitada por el colectivo artístico SAAS. El librero e intelectual Antonio Ruiz la introdujo en la tradición de los sanjuanes y José Tudela la asesoró y documentó para dirigir San Juan del toro, un cortometraje de 11 minutos de duración sobre los festejos sorianos, rodado en color en el año 1965. Este valioso e histórico filme, junto con otros trabajos cinematográficos que la artista y cineasta Nadia Werba  realizó en España en los años 60, acaba de ser restaurado por la Filmoteca Española y su resultado, estrenado en la pasada edición del Festival de Málaga como tributo al legado cinematográfico de una artista hoy muy desconocida, pero trascendental en el cine documental español. La vida de Nadia Werba es en sí el reflejo de la propia historia del siglo XX. Nacida en el seno de una familia judía francesa, el ascenso del nazismo y su expansión por Europa motivaron su huida a Argentina donde, cursando estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires, entró en contacto con el mundo del arte. Tras la II Guerra Mundial, la joven regresó a París. Allí completó sus estudios de pintura con Fernand Léger y André Lhote y, ya casada con el periodista Hank Werba, recaló en España, donde entró en contacto con el mundo del cine a través de las grandes superproducciones hollywoodienses auspiciadas por Samuel Bronston.

A la artista las fiestas de San Juan le interesaron tanto que tuvo el impulso de plasmarlas en una película y contribuir a que otras muchas personas como ella pudieran descubrir la singularidad de los sanjuanes. «Mi documental, en la medida que ha llegado a millones de personas, ha contribuido a despertar el interés por ellas», insistía la cineasta que, posteriormente, rodaría sobre el mundo del flamenco Maestros del duende, con el que competiría en el Festival de Berlín de 1966, y Unos chicos, unas chicas, en torno la llamada generación ye-yé. «Estalla la pólvora. A la luz de las bengalas se cierra este ciclo del que el toro ha sido eje y símbolo», relata una voz en off durante el metraje de San Juan del toro sobre unas imágenes del Adiós, San Juan en un hermoso color que ha sido restaurado con mimo a partir de una copia de exhibición bastante deteriorada cromáticamente. Además, en este filme recientemente restaurado por la Filmoteca Nacional se pueden ver unas preciosistas secuencias de La Saca, la animación de las peñas e incluso a un jovencísimo futuro Premio Nobel, Camilo José Cela, que aquel año fue pregonero de las fiestas.

La repercusión de San Juan del toro fue de gran impacto en su época. El documental compitió por el premio a la mejor película de corto metraje de carácter turístico y participó en varios certámenes cinematográficos internacionales como la Semana de Cine Español de Nápoles, el Dei Popoli de Florencia o el Festival de Cine en Color de Barcelona, donde obtuvo una mención especial por su belleza plástica e interés humano. Para la directora, «estas fiestas tan vitales, tan auténticas, son prácticamente desconocidas fuera de Soria... Deben darse a conocer porque poseen una variedad y una fuerza propias», explicaba en su entrevista concedida aquel año a Soria, hogar y pueblo. Eso sí, insistía, «estos festejos deben de vivirse. Toda imagen sólo puede sugerirlas con más o menos fortuna». Lo que sí atesoraba Werba sin reservas era «el mejor de los recuerdos» sobre los sanjuanes y sobre los sorianos «que, de un modo u otro, a sabiendas o no, [fueron] copartícipes de la realización» del cortometraje. San Juan del toro fue una producción ambiciosa en sus objetivos artísticos, pero modesta a nivel presupuestario.

No fue el único filme de arte y ensayo alumbrado en torno al ciclo de cinco días festivos. En 1975, José María del Río, un aficionado al cine, realizó Fiestas de San Juan, un filme rodado en formato Super8 que resumió los festejos de ese año en 50 minutos. 

arte y ensayo

del super8 a los 16mm

Un año más tarde, según enumera Julián de la Llana en su artículo San Juan en imágenes, Miguel Alcobendas, en colaboración con Miguel Castañeda en la dirección de fotografía y Carlos Revilla en la voz en off, dirigió Toro muerto, «una obra distinta, extraña y hasta revolucionaria», describe De la Llana. Asimismo, los realizadores locales Juan Cruz y José María Ormazábal rodaron también en super8 Sol, vino y toros, que ganó la Semana de Cine Amateur que organizó la Sociedad Fotográfica Alto Duero. El propio Ayuntamiento de Soria, sabedor del interés que generaban este tipo de obras encargó durante muchos años proyectos audioviduales en torno a San Juan antes de la aparición de las televisiones locales.