Junts se ha sumado finalmente a PP, Vox y UPN para tumbar en el Pleno del Congreso la admisión a trámite de la proposición de ley los socios a la izquierda del PSOE para modificar la Ley de Arrendamientos Urbanos y limitar el alquiler de temporada y habitaciones.
A pesar de que los catalanes habían anunciado que se iban a abstener, finalmente han decidido posicionarse en contra, por lo que la votación ha quedado con 172 votos a favor de PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV, Podemos, BNG, Coalición Canaria y José Luis Ábalos, exdiputado socialista ahora integrado en el Grupo Mixto; y 178 votos en contra.
Fuentes del grupo independentista han justificado después su cambio de posición alegando que, si de ellos dependía, como finalmente iba a suceder, no podían dejar pasar una norma que consideran una "chapuza", que invade las competencias de Cataluña en materia de vivienda, no soluciona la problemática en este sector, no aporta seguridad jurídica y pone en riesgo a la industria del alquiler de habitaciones.
Indignación en ERC y Sumar
Las reacciones no han tardado en llegar y han sido varios los diputados y diputadas de diferentes formaciones firmantes de la proposición de ley las que han mostrado su enfado por el sentido de voto de Junts en varios mensajes, recogidos por Europa Press.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha publicado un mensaje en la red social X, antes conocida como Twitter, señalando que el voto de Junts se debe a que "son de derechas" y a que "les sale gratis". "A ver mañana como lo venden sus voceros", ha remachado.
Por su parte, el portavoz de Vivienda de Sumar en el Congreso, Alberto Ibáñez, ha tachado de "vergüenza" la votación: "Junts tumba la ley para regular el alquiler de temporada y de habitaciones porque su patria es la cartera", ha dicho en un mensaje en la red social.
También se ha indignado el diputado de IU Toni Valero, quien ha señalado que "la derecha practica el sadismo político contra la gente"; y la diputada de Más Madrid, Tesh Sidi, quien ha protestado por el hecho de que el trabajo y esfuerzo de organizaciones de la sociedad civil ha sido "ninguneado una vez más por las derechas extremas".
Se buscaba una reforma de la ley de arrendamientos urbanos
La norma en cuestión consistía en una reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos para equiparar los contratos temporales a los de vivienda habitual y así desincentivar su uso, para evitar fraudes que permitan sortear la Ley de Vivienda o subir los precios de manera continuada.
Para dar más garantías, la proposición incluye a los contratos de temporada en el artículo dos de la ley, que es donde se regula el arrendamiento de vivienda habitual y garantiza una mayor protección a los alquileres.
Otro de los elementos a destacar de la reforma legal que proponían los grupos era un nuevo artículo nueve bis en la Ley de Arrendamientos Urbanos para que el contrato de temporada no pueda exceder de seis meses.
Si se pasaban los seis meses o se encadenen más de dos contratos consecutivos, se entendería como un contrato de arrendamiento de vivienda habitual, y le serán de aplicación todos los preceptos previstos para dichos contratos.
Por otro lado, la propuesta establecía que en los contratos temporales el arrendatario podría desistir del contrato de arrendamiento, una vez que hubiera transcurrido al menos un mes desde su formalización, comunicándolo al arrendador con diez días de antelación, sin que en ningún caso dé derecho a indemnización.