Carlo Ancelotti llegó al Real Madrid en la temporada 21/22 para facilitar un cambio de ciclo que debía prolongar el increíble período de dominio del equipo en Europa. Por el camino hizo explotar a Vinícius Júnior, y lo convirtió en uno de los jugadores más desequilibrantes de todo el mundo. Ahora, dos años después de su llegada, quiere que el brasileño se sume también a esa 'dulce' transición: abandonar la banda para adaptarse a un ataque sin una referencia clara y asumir aún más responsabilidad a nivel anotador.
«Se está adaptando bien a jugar un poco más por dentro. Ha sido peligroso, ha tenido tres largueros, un balón que se ha salido por centímetros. Ha sido protagonista positivo sin marcar», afirmó el entrenador italiano tras el clásico de pretemporada ante el Barcelona, en el que el combinado de Chamartín perdió 3-0.
La inesperada salida de Karim Benzema, rumbo al fútbol saudí, le cambió el paso y los planes a un Ancelotti que aún contaba con el francés un año más. Sin embargo, el camaleónico técnico transalpino está dando una muestra más de cómo salir del paso de una situación donde otros se ahogarían.
Del 4-3-3 que aupó al Madrid a dominar el Viejo Continente con mano de hierro a un 4-4-2 con un rombo en el centro del campo, donde el recién llegado Jude Bellingham, jugador del que se espera mucho por su experiencia a pesar de ser muy joven, ha asumido el papel del clásico 'trequartista' italiano que Ancelotti tan bien conoce.
Esa modificación en el dibujo del conjunto blanco conlleva el alejamiento de Vinícius de la banda izquierda, donde en las dos últimas temporadas ha sometido a los mejores laterales marcadores del continente (con la excepción de un Ronald Araújo que se ha convertido en su 'antídoto' en los duelos ante el Barça).
El cambio va en contra del clásico dicho que enuncia que «las cosas que funcionan no hay que tocarlas», pero favorece la evolución de un jugador que parece no haber tocado techo de momento.
Por dentro, Vinícius debe buscar la asociación con el mediapunta (Bellingham) y con los interiores (Camavinga y Valverde), además de combinar con su acompañante en la parcela ofensiva: Rodrygo Goes. Si finalmente no acaba llegando Kylian Mbappé esta temporada, ambos tendrán que elevar sus cifras goleadoras.
Generar las ventajas
Si con Benzema en la punta del ataque Vinícius se encontraba las ventajas y los espacios por la capacidad de atraer marcadores que tenía el francés, ahora él deberá aprovechar su estatus para ser autosuficiente en una ofensiva busca dañar llegando y no estando presente.
El brasileño debe entender que, a veces, el área estará despoblada de una referencia ofensiva (siempre y cuando Joselu no esté sobre el terreno de juego), y será Bellingham el que cumpla esa función haciendo acto de presencia por sorpresa, llegando desde atrás, en la que es una de las especialidades del inglés.
De esta forma, el físico prodigioso y la técnica con el balón en los pies no serán suficientes para que Vinícius cumpla su nuevo rol en el ataque del Real Madrid. El extremo necesitará desarrollar su lectura de la jugada y del partido para saber interpretar perfectamente lo que necesita su equipo en todo momento.
Un ejemplo con categoría de leyenda en Chamartín en el que puede fijarse 'Vini' es Cristiano Ronaldo. El portugués llegó al Santiago Bernabéu siendo un futbolista de fantasía, con muchos recursos para el regate y anclado a la banda, ya fuera la izquierda o la derecha. Sin embargo, con el paso de las temporadas su evolución como futbolista se puso al servicio de lo que el bloque adolecía y acabó siendo uno de los 'nueves' más voraces del mundo y de la historia reciente. Vinícius ahora debe descifrar si está llamado a ser el 'heredero'.