Con aroma a partido grande y con 600 sorianos en las gradas de Las Gaunas, el Numancia visitaba al Logroñés para buscar hacer buena la goleada ante Osasuna B y afianzarse en la lucha por el ascenso. Iñaki Bea repetía el 4-4-2 con la novedad de Valín en el lateral derecho y el regreso de Toni Arranz al centro del campo.
El conjunto soriano comenzó como la gaseosa. En tres minutos Rubén Mesa adelantaba de cabeza a los rojillos (hoy de azul) tras un gran centro del lateral gallego. Con el gol, el cuadro riojano se desperezaba y comenzava a dominar el juego. El premio llegaba a los 12 minutos cuando Castri colocaba un fuerte disparo en la escuadra.
Con el empate el equipo riojano seguía siendo mejor. El balón era suyo y el Numancia apenas conseguía llegar al área. Aunque no había ocasiones claras, el Logroñés estaba mejor dominando el centro del campo. La mejor noticia estaba en una defensa numantina que mostraba seguridad, gracias a ello, ambas escuadras se marchaban a vestuarios con ese empate a uno en el marcador.
En la segunda parte el estado del terreno de juego se complicaba mientras los de Iñaki Bea buscaban la forma de hacer daño al Logroñés. Lo intento con un disparo lejano Carrillo a los cinco minutos, pero después volvían los problemas en ataque. Respondían los locales con un balón al área que Iker Unzueta no aprovechaba.
Con el paso de los minutos ambos equipos priorizaban el empate. A destacar en el final del partido el debut de Zarzana y una última ocasión de Monreal para los rojiblancos. Con el pitido final ambos equipos se conformaban con un punto que pone el final a una primera vuelta del Numancia de menos a más.