Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Gripe

09/01/2024

La gripe ataca de nuevo. No sé qué nombre de letra o denominación le han puesto a la de ahora (parece que es la gripe A de toda la vida), pero millones de ciudadanos andan tosiendo, con mocos y, en el peor de los casos, con fiebre. Los centros de salud no dan abasto y los hospitales están a tope. Otra sobrecarga de trabajo para los sanitarios, que aun no han visto satisfecha ninguna de sus principales reivindicaciones, sobre todo el aumento de plantillas. Faltan médicos y profesionales de la Enfermería, déficit que no se corrige pese a que las administraciones responsables no dejan de lanzar noticias positivas o anuncios optimistas. Lo que es arreglar el problema, no lo arreglan, pero tienen una especial habilidad para cargarle el muerto a otros. Que si el Gobierno central, que si los responsables autonómicos, que si con la especialidad de Médico de Familia, que sin ella dada la excepcional actual…en fin, que el viejo refrán lo resume de maravilla: unos por otros la casa sin barrer. El último episodio del eterno «la culpa la tienes tú» la están protagonizando estos días, involuntariamente, claro, las mascarillas. A la hora de escribir estas líneas, no hay acuerdo. Para algunos, bastaría con recomendarlas; para la mayoría, conviene hacerlas obligatorias, especialmente en los centros de salud, hospitales, etc. Lo curioso es que mientras los políticos discuten, la gente corriente ya las emplea. Unos plantean problemas; otros aportan soluciones.
¿Es tan complicado el pacto cuando, además, está en juego la salud de todos? Parece que sí, aunque, en esta ocasión, solo hay una nota discordante. ¿Adivinan cual? Premio para el caballero. Efectivamente, es Ayuso, la lideresa madrileña que anda diciendo que obligar a llevar mascarillas va contra la libertad Individual. Se ve que, a su juicio, con el barboquejo puesto, peligran las cañas en la capital de España. Y si los gérmenes campan a su albedrío, allá ellos. Hay que confiar en que la sensatez se imponga y se frene pronto esta plaga gripal que está causando más daño del que parece, incluido el económico y el de bajas en el trabajo. ¿O seguiremos con la bronca política por un quítame un barbijo? No me extrañaría nada.