El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este sábado que Europa se enfrenta a "un dilema existencial" entre ser ejemplo de progreso o dejarse llevarse por el odio de la extrema derecha.
"¿Queremos una Europa que sirva de faro para inspirar al mundo con su ejemplo de integración y progreso? ¿O queremos una Europa que se esconde tras las trincheras?", se ha preguntado durante su intervención en el congreso del Partido Socialdemócrata de Alemania (SP) celebrado en Berlín.
Sánchez ha puesto el foco en la necesidad de una Europa que sea cada más unida y, al mismo tiempo, cada vez más abierta, que se vea adelante y sin nostalgia por los logros ya conseguidos, en tanto que ha identificado a la derecha tradicional, influida por la extrema derecha, como imbuida por el virus del odio y esto "puede ser letal" para la democracia.
El presidente del Ejecutivo español ha puesto en escena "una batalla global" entre la igualdad, representada por el feminismo, o el privilegio del sexismo; entre la justicia social y la desigualdad; entre el respeto por los derechos humanos o la barbarie de la guerra; entre el respeto democrático y el insulto populista de los extremistas.
"Eso es lo que está en riesgo, aquí y ahora mismo", ha observado Sánchez, quien ha subrayado: "Necesitamos una Europa unida y abierta, con visión de futuro y que no se arrodille ante las élites".
Futuro complejo
Sánchez ha reivindicado los principios de la socialdemocracia ante un futuro "complejo e incierto" y en el que ya se vislumbran las elecciones europeas de 2024.
Además ha señalado como retos a la tecnología, que ha transformado nuestras vidas a niveles que "no comprendemos completamente", el cambio climático, que "amenaza el futuro de nuestras planetas", además de la pandemia y los conflictos bélicos que asolan Ucrania y Oriente Medio.
En ese sentido, ha señalado que la desigualdad "es una fuerza corrosiva contra la coexistencia y la paz" y que la educación es "la mejor inversión que una sociedad puede hacer".
"O enfrentamos toda esta transformación enorme, el cambio climático, la transformación digital con la justicia social, o la prosperidad decaerá: o Europa avanza o Europa cae", ha incidido el presidente del Gobierno.
Ligado a esto, Sánchez ha remarcado frente a sus compañeros alemanes que la mejor manera de garantizar el progreso es continuar defendiendo los principios de la familia política socialista, esto es, la democracia social: "Estamos aquí para promover un futuro con más justicia social; con más derechos y libertades, y con más democracia".
En ese contexto, ha insistido en que los socialistas deben transmitir un mensaje de esperanza, especialmente a la generación más joven, y que el estado del bienestar sigue siendo, como fue originalmente, una herramienta contra el retorno del fascismo.
El presidente español ha terminado su alocución expresando su apoyo a su homólogo alemán, el canciller Olaf Scholz -con el que se ha reunido antes de intervenir en el congreso- con la mira puesta en las elecciones europeas del próximo año, momento en el que la unidad y los valores socialistas serán clave, según Sánchez.
Finalmente, Sánchez ha recordado la figura de Jorge Semprún, ministro socialista en los años 80 y superviviente en la contienda mundial del campo de Buchenwald, como nexo de unión entre el socialismo de ambos países, pues éste llegó a aplaudir con admiración, en palabras de Sánchez, la mentalidad humana y el extraordinario coraje civil del país alemán.