La Junta de Castilla y León va a proceder a la sustitución de la iluminación de la instalación museográfica de San Juan de Duero, sección medieval del Museo Numantino. La inversión total asciende a 33.412,78 euros, correspondiendo 26.886 euros en su desarrollo tangible, pues el estudio preliminar lo realizan los técnicos del Museo Numantino, y 6.526,78 euros a la instalación de una línea de vida para la sustitución de luminarias.  En el desarrollo del trabajo intervendrán las empresas Hernar S.A., en colaboración con ERCO especialistas en iluminación en espacios museográficos, y Pascual Borque Promociones y Construcciones S.L.

La actual museografía de San Juan de Duero, sección medieval del Museo Numantino, realizada como exposición permanente, parte del concepto de absoluta conciliación con la iglesia del monasterio. Para ello, las piezas expuestas son tan solo tres, evitándose la competencia con el alto valor artístico del claustro e iglesia conservados. Pero las tres, son de alto significado cultural, representando a las tres culturas que definieron la Edad Media: una virgen románica, que alude a la cultura cristiana medieval; la lápida de una sepultura con caracteres hebreos, hallada en el castillo de Soria, que recuerda la importancia cultural de la población judía; y un hueso animal utilizado como tablilla con el alfabeto árabe para enseñar esta escritura, recuerda que el pasado musulmán fue firme y dejó un legado que debe reivindicarse.

Un audiovisual sin sonido explica la Edad Media en la provincia de Soria y una proyección en la pared invita a través de los sentidos a una introspección espiritual acorde al espacio que se visita.

La iluminación es decisiva en las exposiciones porque, en sí misma, es también un elemento de comunicación que dirige la mirada, deja en penumbra espacios y jerarquiza la información.

Por ello, en la museología y museografía de San Juan de Duero, el proyecto de iluminación fue determinante. La luz dirige la mirada hacia los capiteles de los templetes, derramándose hacia las cúpulas cónica y semicircular que corona dichos templetes. El motivo de esto es que la orden hospitalaria situó en los templetes la narración escultórica elegida por ellos, los temas bíblicos hacia los que su devoción se dirigía con mayor énfasis, como la decapitación de San Juan Bautista. Era esta la advocación del primer hospital en Jerusalén donde los hospitalarios prestaron asistencia a los peregrinos a comienzos del siglo XI. Otros capiteles representan la lucha entre cristianos y el mal; en el segundo templete, los cuatro capiteles narran momentos decisivos de la vida de María y de su hijo, todos con una calidad artística extraordinaria. La complejidad y riqueza intelectual de la orden queda patente en el claustro.

Ahora se reforma la iluminación con los mismos objetivos: enriqueciéndola, graduándola y estimulando con ello también el conocimiento sensible del monasterio.