Un gol del veterano argentino Germán Cano y otro del juvenil John Kennedy le permitieron a Fluminense vencer por 2-1 a Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores, disputada este sábado en el estadio Maracaná de Río de Janeiro y que sólo se definió en la prórroga, y conquistar su primer título continental.
Fluminense, que dominó un partido en el que Cano se consagró como goleador del torneo, finalmente se sumó al grupo de clubes brasileños que han vencido la Libertadores y cumplió el sueño que dejó escapar hace quince años, cuando cayó en la final de la edición de 2008 ante el Liga de Quito ecuatoriano.
La victoria del conjunto carioca no sólo amplió el dominio de Brasil en la Libertadores, ahora campeón en cinco ediciones seguidas tras los dobletes de Flamengo (2019 y 2022) y Palmeiras (2020 y 2021), sino que le impidió a Boca alzar su ansiado séptimo título continental e igualar el récord del Independiente de Avellaneda.
El título continental premió el fútbol ofensivo, osado y de "jogo bonito" defendido por el técnico Fernando Diniz, que ejerce simultáneamente como seleccionador interino de Brasil, y castigó la opción del entrenador del Boca, Jorge Almirón, por los contragolpes.
Los primeros minutos del partido fueron de total dominio del Fluminense, que, en casa y con un juego envolvente y de pases largos y cortos, se fue totalmente al ataque y prácticamente no dejó al Boca pasar del medio de la cancha.
Los ataques del conjunto brasileño por la izquierda con Arias y por la derecha con Keno juntándose a Mercelo fueron cada vez más peligrosos y obligaron en dos oportunidades seguidas a Advíncula a recurrir a faltas para frenar a Keno.
La primera opción clara del Fluminense se produjo a los 12 minutos, cuando, tras una falta cobrada por Marcelo, Cano cabeceó con peligrosidad pero encontró a Romero bien colocado.
Inmediatamente el Boca, que jugaba replegado, respondió con su primer contragolpe y Merentiel consiguió llegar cerca del área y patear, pero Fabio atajó con facilidad.
A los pocos el conjunto xeneize fue equilibrando el partido y comenzó a salir un poco más al ataque, pero con dificultades para definir y con Cavani totalmente aislado.
Fluminense solo cuajó su dominio a los 35 minutos luego de una jugada por la derecha con Arias y Keno, que lanzó el balón dentro del área para que Cano abriera el marcador, anotara su decimotercer gol en la Libertadores y se confirmara como goleador del torneo.
Con la ventaja parcial, el tricolor de Río mantuvo el dominio pero sin tanta ansiedad y administró los últimos minutos del primer tiempo con intercambios de pases.
Pese a que los Xeneizes intentaron reaccionar al comienzo del segundo tiempo y generaron más oportunidades, principalmente con Merentiel, el Fluminense por poco amplía a los 54 minutos tras una jugada en que Arias y Keno volvieron a buscar a Cano pero se les anticipó Romero.
A los pocos el Fluminense fue retomando el control del partido pero el Boca no renunció al intento de empatar.
En una de las ofensivas de los porteños, el conjunto brasileño le dio mucho espacio y el peruano Advíncula, con un fuerte disparo desde fuera del área, empató el partido a los 71 minutos.
Tras el empate, el partido perdió un poco de ritmo e intensidad, incluso porque los entrenadores hicieron varias modificaciones pensando en una posible prórroga, aunque la entrada del juvenil John Kennedy le dio un poco más de poder ofensivo al Fluminense.
En el primer tiempo de la prórroga el partido se jugó más en el centro de la cancha, con ambos equipos turnándose el dominio, y sin muchas finalizaciones. Pero cuando Boca parecía más interesado en definir en los penaltis, John Kennedy aprovechó un ataque del Fluminense para, tras una jugada de Barbosa y Keno, anotar el gol del título.
El juvenil, sin embargo, se excedió en la celebración con los hinchas al quitarse la camisa y terminó expulsado.
El argentino Fabra igualmente fue expulsado por una agresión a Nino confirmada por el VAR y, con igualdad de jugadores en la cancha, el Flu prefirió no arriesgar en el segundo tiempo de la prórroga y administrar la ventaja que le daba el título, aunque Guga por poco marca el definitivo en un contragolpe.