Tras estrenarse a mitad de la legislatura pasada como alcalde del PP, Iván Andrés tiene muchos proyectos en mente para desarrollar en Langa de Duero, siempre con el afán de que ocupe el lugar que se merece en la Ribera del Duero y la provincia.
¿Qué variación de población registra Langa en los últimos años?
Se está manteniendo en torno a 700 vecinos, pero sí que es verdad que hay diferencia respecto a hace dos décadas, cuando se rondaban los 850.
¿La construcción del nuevo tramo de la A-11 Langa-Aranda es crucial para el desarrollo?
Siempre insisto en la urgencia para evitar peligros por accidentes por atropellos de animales y por curvas, además de la comodidad en la conducción con un tráfico más fluido. Se licitará sin tardar mucho y comenzará la obra. Una alegría para todos.
¿Hay alguna demanda urgente en cuanto a servicios?
Estamos bien, la verdad es que no nos podemos quejar con todo lo que tenemos hoy en día. Mantenemos cuartel de la Guardia Civil, farmacia, médico 24 horas, establecimientos comerciales y hosteleros al pie del cañón, colegio y guardería... En el colegio vamos a llevar a cabo alguna obra de mejora, como cada año, como la sustitución de puertas interiores. El colegio aguanta y la guardería contará con nuevas incorporaciones porque se mantienen los nacimientos. Entre los dos centros, hay 40 niños.
En esta legislatura seguimos trabajando en el tema de las calles que tenemos bastante deterioradas, con sustitución de redes y nuevas pavimentaciones. También trabajamos en los caminos rurales, que llevamos una temporada actualizando y arreglando. Y estamos pendientes de realizar reforestaciones ligadas a un proyecto de absorción de CO2 de la mano de Asfoso y a través de contratos con diferentes empresas.
¿Hay planes en cuanto a suelo industrial esta legislatura? ¿Qué avances destaca en el sector empresarial?
Estamos haciendo un análisis continuo de todas las opciones a desarrollar. Hay un área industrial en Langa con suelo pero a falta de servicios, lo que requiere una gran inversión. En cuanto al polígono de Alcozar, pensamos que es más idóneo para empresas interesadas con mayores volúmenes. Por otro lado, la empresa Oradero, dedicada a la carpintería de aluminio y PVC, está ampliando sus instalaciones con una inversión de unos cinco millones de euros. Es una firma familiar especializada en ventanas desde hace 40 años. Y, como a todos los ayuntamientos, en los últimos meses llegan bastantes solicitudes de energías renovables (eólica, fotovoltaica y biogás), en torno a ocho a lo largo de 2023. Lo más sólido que tenemos es un proyecto de biogás, que está en análisis.
La zona atrae proyectos relacionados con el vino de Ribera del Duero, ¿que valoración realiza?
Destaca la instalación de Bodegas Protos en Zayas de Torre como una realidad y el proyecto de una empresaria alemana para plantar viñedos, aunque la bodega está en proyecto.
¿Se realiza alguna acción de eficiencia energética en Langa?
A través del programa DUS5000 de fondos europeos hemos solicitado proyectos para la eficiencia energética de edificios municipales, a través del ahorro en calefacción y actuaciones como aislamiento y sustitución de ventanas y cubiertas. Estamos pendientes de resolución para iniciar las actuaciones.
En el área de vivienda, ¿hay algún avance en las proyectadas por Somacyl?
Estamos pendientes de la construcción de siete viviendas en venta de Somacyl. Con la crisis de materiales, el proyecto quedó justo y ha habido que realizar actualizaciones de precios antes de licitar y ejecutar. Además, el ayuntamiento tiene las 15 viviendas municipales alquiladas.
Al principio de legislatura expresó su apuesta por el enoturismo, ¿qué acciones se han contemplado?
Sí, queremos enfocarnos a ello y, sobre todo, aprovechar lo que tenemos porque hay bastantes lagares rehabilitados y celebramos cada año la fiesta de la Vendimia. Tenemos que aprovechar el filón de la DO Ribera del Duero y de la elaboración del vino. Sabemos que la Ribera es amplia pero queremos que Langa sea un referente con su patrimonio en torno al viñedo y las bodegas y la propia Vendimia, el vino es nuestra cultura y eso debe saberse no solo en España, también en otros países de Europa. Igualmente, hay bodegas visitables y uno de nuestros edificios, que era un lagar y se denomina el Bodegón, también es un punto de parada obligatoria.
¿Qué otros proyectos destacaría que se hayan terminado?
Ya se ha terminado el parking de autocaravanas y se ha abierto al público, a falta de inaugurarse. Está ubicado en la antigua carretera N-122 en dirección a San Esteban de Gormaz, cuando termina el pueblo y muy próximo al cuartel de la Guardia Civil.
También se está avanzando en el área de agricultura con la modernización de varias zonas de regadío...
Sí, se están realizando varias actuaciones. Una concentración parcelaria en Zayas de Torre y otra en Bocigas de Perales, porque hay varias zonas que tenían microparcelas o terrenos de desconocidos o propietarios con diferentes partes en distintas extensiones. Además, estamos pendientes de ejecutar la concentración del canal de Eza, que pertenece a la zona de Alcozar, con la modernización de esa zona de riego. Nos queda pendiente, aunque ya se ha iniciado el proceso desde la Junta de Castilla y León y con la colaboración del ayuntamiento, el proyecto de regadío Langa 2, con todas las zonas que quedan pendientes de modernizar el riego.
¿Cómo influyen todos estos proyectos en el desarrollo de Langa?
Todos y cada uno de los proyectos que se ejecuten, tanto en la nueva fábrica de Oradero, cuando se construyen instalaciones ganaderas, si vienen proyectos de renovables, las obras de la Autovía del Duero... Todo lo que gire en torno a Langa de Duero genera riqueza porque los trabajadores se tienen que alojar, tienen que comer, y precisan un montón de servicios que les vamos a ofrecer.