La BRIF(Brigada de Refuerzo de IncendiosForestales) de Lubia está en pleno proceso de ampliación, con una previsión de inauguración en febrero o marzo de 2025 y de puesta en funcionamiento en la campaña de verano de ese año, según confirma Rafael Gómez del Álamo, el jefe del Área de Defensa contra incendios del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Democrático (Miteco). En la actualidad hay nueve BRIF-A, entre ellas la de Lubia, y una BRIF-B, en Puerto del Pico (Ávila). Desde su creación en 1992 funcionan donde las comunidades autónomas ponían a disposición una ubicación, estaban «infradotadas» y solo funcionaban en verano. El Miteco ha decidido ahora mejorar las dotaciones y crear instalaciones apropiadas, contando con 52 millones de euros de fondos europeos para modernizar las diez bases, comenzando por cuatro de ellas, como Lubia.
La base de Soria es «especial» porque se creó en la casa forestal, ya propiedad de la Administración General del Estado (AGE). Con el tiempo, se han realizado mejoras «pero sin llegar a estar en condiciones», por lo que se trabaja en una reforma integral con la intención de «construir un edificio nuevo frente a la helipista para tener un acceso más directo».
Con un presupuesto inicial de 4,3 millones de euros, las obras comenzaron a finales de 2022 con un plazo de ejecución de 22 meses, pero se han registrado retrasos, que la prolongarán al menos cuatro meses más, por el encarecimiento de los materiales. «Algunas licitaciones o subcontrataciones quedan desiertas», lamenta Gómez del Álamo, también director de las actuaciones de todas las bases, lo que se suma a los modificados de obra. Ineco realiza las intervenciones, a través del encargo de Tragsa, y aporta la dirección facultativa. Ambas son empresas públicas.
Para Gómez del Álamo, los servicios de las BRIF, que se introdujeron en España hace más de 30 años siguiendo el estilo de las HotShot americanas,son «muy demandados» y «han tenido mucho éxito» porque suponen un apoyo importante por el hecho de ser personal helitransportado. Muchas comunidades han hecho una réplica, pero con helicópteros y brigadas de menor tamaño. «Una BRIFconsta de cuatro brigadas, casi 80 personas, lo que supone una respuesta importante, en primer lugar, en la actuación de 'despacho automático'. Si por Soria surge un humo o un aviso, la rapidez es la clave para poder salir. Si es una falsa alarma se vuelve a casa, pero si es algo ya se está trabajando. Si va a mayores y se pide apoyo se envían efectivos», comenta.
En el año 2023, que en cuanto a incendios en la península fue «relativamente relajado, no como el anterior», se registraron dos grandes incendios en Canarias. «Nosotros hemos llegado a enviar hasta cinco BRIF (la de Lubia entre ellas).De las diez que tenemos, la mitad se trasladaron a Canarias a trabajar en esos incendios porque en la península no había problema. Lo peor es cuando hay incendios de forma generalizada», explica el jefe del área, incidiendo en que las comunidades están satisfechas con el trabajo de las BRIF. Son muchas las felicitaciones y condecoraciones, sobre todo tras los trabajos de 2022, un año en el que hubo muchos incendios. «Es un personal con un reconocimiento importante, son gente muy especializada y fundamentales para el trabajo de extinción, de refuerzo a las comunidades porque las competencias son autonómicas», añade. Además de las BRIF, se apoya el trabajo con otros medios aéreos del Miteco, que tiene flota propia que operan los militares pero que también contrata cada año un dispositivo de en torno a 60 aeronaves. La situación de todas las BRIF es estratégica, «la idea es que estén próximas a zonas muy forestales, como el caso de Soria» pero se estudian de manera conjunta para que cubran la mayor parte del territorio nacional. Sí es cierto que en Andalucía no hay bases BRI porque no quiso la comunidad autónoma porque prefería desarrollar su propio sistema. Castilla y León, por su extensión, tiene tres bases.
el clima. Sobre si el cambio climático obligará a hacer más cambios en las BRIF, Gómez del Álamo explica que se barajan dos cuestiones, que la base de Ávila se amplíe y equipare a las demás, tras las obras de construcción de la nueva base; y que la base de Ruente, en Cantabria, que solo funciona en invierno porque allí el problema de incendios se circunscribe más a fuegos de primavera producidos por quema de pastos, amplíe su actividad a todo el año. Además, es está pensando en que los nuevos efectivos contratados puedan trabajar en emergencias ambientales que no sean específicamente incendios, como ya hicieron con el temporal Filomena en 2022, y «habrá que dotarles de material». Al tiempo, se contempla que las BRIF puedan desplazarse a lugares como Canadá, como ya hicieron en 2023. Frente al cambio climático, los medios que se contratan se mantienen más tiempo, de tres meses a todo el año para una mejor cobertura. «Siempre haciendo una esfuerza para ajustarnos al presupuesto que tenemos que, de momento, es el mismo que en 2023 hasta que se aprueben nuevos presupuestos», comenta.
La meteorología en esta época es «fundamental» para la próxima temporada de incendios. A diferencia de 2022, el pasado año se redujo a menos de la tercera parte la superficie quemada porque «llovió en el momento adecuado, en primavera».El experto del Miteco advierte sobre la sequía tan prolongada en la zona de Levante e incluso con restricciones de agua de boca en Cataluña, frente a las lluvias tan abundantes en norte y noroeste, donde se prevé una primavera más relajada. Hay que tener en cuenta la distribución de las lluvias y el arrastre de precipitaciones de los últimos años, porque hay veces que esa lluvia que permite tener julio y agosto tranquilos, si la sequía es muy persistente, hace que se seque el agua y vuelva a ser un septiembre muy malo». Hay un calentamiento progresivo, reconoce, con más olas de temperaturas elevadas y más seguidas, por lo que hay incendios que antes no eran tan habituales fuera del episodio de verano. «Hay cambio climático pero la clave está en la distribución de las lluvias a efectos de la campaña», insiste deseando una primavera muy lluviosa para garantizar un inicio tranquilo de la campaña de verano. «Salir y de la sequía y que se vayan rellenando acuíferos y embalses es clave para tener una tranquilidad», concluye.