El futuro barco turístico de la capital soriana surcará las aguas del río Duero entre la ermita de San Saturio y los aledaños de la zona de baño de Los Rábanos tres veces al día entre los meses de abril y octubre y dos durante los meses de enero, febrero, marzo, noviembre y diciembre. Así lo especifica el Ayuntamiento de la capital, promotora del proyecto dentro del Plan de Dinamización Turística Soria Orígenes, en el pliego de condiciones técnicas para la adjudicación de la construcción de la embarcación, cuyo plazo para la presentación de ofertas permanecerá abierto hasta el próximo día 12 de febrero.
La nave, que está previsto que comience su singladura a finales de este año (el plazo de entrega desde la firma del contrato de adjudicación es de nueve meses), deberá contar con una cabina de pasajeros dotada con asientos desmontables. La idea del Consistorio es que el espacio pueda servir también para la realización de eventos de hostelería u otras promociones turísticas cuando se encuentre fondeado.
Con una capacidad máxima para 60 pasajeros, el futuro barco del Duero busca incorporar una nueva experiencia al disfrute de las márgenes que tanto cantaron en sus poemas Antonio Machado, Gerardo Diego o Ángela Figuera, y también erigirse en una forma de descubrir parajes muy poco conocidos como el Cañón de Valondo. El recorrido tendrá un trazado de siete kilómetros en el tramo de ida que discurrirá por la margen derecha del Duero y otros siete de vuelta por la izquierda desde las cercanías de la zona de baño de la localidad de Los Rábanos.
Precisamente para que pueda disfrutarse al máximo con el paisaje y la gran concentración de aves que habita en esta parte del río, el departamento municipal de Turismo quiere que la embarcación, que será tipo catamarán, cuente con un cerramiento que, en condiciones meteorológicas favorables, permita la apertura de, al menos 50%, de su superficie «sin que la posición de abierto pueda interferir el espacio reservado al pasaje», explica el pliego de condiciones técnicas para la realización de la nave. Con esta medida también se busca asegurar que los viajeros tengan un ángulo de visión lateral de, por lo menos, el 60%. Con unas dimensiones máximas de 15 metros de eslora, entre cuatro y cinco metros de manga y un calado máximo de un metro, la nave será ecosostenible y, además de disponer de paneles solares, contará con un sistema de alimentación eléctrica con una autonomía máxima de cinco horas de navegación a una velocidad media de seis nudos.
Teniendo en cuenta esta velocidad, el recorrido fluvial previsto tendrá una duración aproximada de algo más de una hora si se alcanza esta velocidad. El pliego de adjudicación de la construcción de la futura embarcación establece también la zona de posible botadura de la nave, el punto desde el que tomará su primer contacto con las aguas del Duero. Será en un área muy cercana al antiguo lavadero de lanas. No obstante, el pantalán de acceso al barco, una vez entre en funcionamiento, se instalará frente a la ermita de San Saturio, pasada la pasarela, en la margen derecha del río. La nave estará dotada con todo lo imprescindible para las travesía, como servicios adaptados para personas con discapacidad, y un ancla articulada para fondear la nave de, al menos, 40 kilos de peso. Tras la adjudicación del contrato de construcción del barco, la empresa adjudicataria tendrá un mes para presentar el proyecto y cuatro más para elaborar el casco y las cubiertas.