Placaje al rugby soriano

S.Recio
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El Ingenieros de Soria vive con incertidumbre la aplicación de unas medidas que limitan el contacto entre la propia plantilla y con los rivales

Placaje al rugby soriano - Foto: Javier Rodenas Pipo

Mientras vemos deportes que inician sus competiciones como el fútbol, el baloncesto o el balonmano, otras disciplinas están viendo como será imposible regresar si no se imponen otro tipo de criterios. Son muchas las entidades sorianas que no cuentan aun con información suficiente para iniciar sus entrenamientos y otros los que ven imposible en la actualidad competir.

El Club Rugby Ingenieros de Soria se encuentra en una situación complicada, «todo es incertidumbre», asegura su presidente, Ángel Alonso, «la Federación no ha puesto una fecha de inicio porque las últimas informaciones apuntan a que no podemos tener contacto físico ni con los rivales ni entre nosotros». 

Para un deporte que guarda en su esencia el contacto, todo se complica, «vamos a poder entrenar manteniendo las distancias de seguridad», y se resigna, «es poco lo que podremos hacer, pero no hay otra opción». Si pensamos en el rugby es muy difícil plantearse cómo podrán llevar una rutina, «parece contradictorio pero lo que haremos será incidir en los aspectos técnicos porque una vez  iniciada la temporada pierdes su preparación y buscas más las jugadas de competición». Es la única manera de, al menos, seguir respirando rugby, de intentar seguir dando visibilidad a un deporte que pelea en Soria por hacerse un hueco en su amplia oferta.

Alternativas. Desde la directiva del Club Rugby Ingenieros de Soria han entregado a sus jugadores un estricto protocolo de convivencia, «los vestuarios estarán cerrados, habrá desinfección de manos y pies a la entrada, y deberán ponerse en contacto con nosotros en cuanto noten cualquier síntoma». Medidas generales a las que deberán acostumbrarse desde el primer día.

Les será mucho más complicada la nueva alternativa de competición que podría salir adelante, «la denominada como ‘rugby touch’ en la que se permite un contacto leve con un tipo de juego mucho menos agresivo». Es una de las propuesta de la Federación que llevaría este deporte a eliminar «las melés, los placajes y cualquier contacto brusco, sería únicamente tocando el cuerpo del contrincante y se simularía un placaje», no es lo mismo, «pero sería una opción de jugar condicionado a que  se permitan los contactos leves», recuerda.

Para un jugador de rugby este tipo de partido «es descafeinado», «nosotros somos de melés, es una de las acciones más representativas de este deporte», pero a su vez «es una de las situaciones con más riesgo de contagio al mantener un contacto continuado». 

Solo es una alternativa planteada pero puede dar una vía de escape al club, «nosotros estamos para competir, esto no es simplemente una actividad lúdica de venir e irme a casa». Si esa es la opción «no queda otra que resignarnos y afrontarlo de la mejor forma posible».

En cuanto al tradicional tercer tiempo, parece destinado a su eliminación provisional, «si no hay partidos no puede haber convivencia posterior. Ángel Alonso recuerda que es «la parte social, la que refleja el compañerismo entre rivales». Eso, inevitablemente, ahora es imposible.

Supervivencia. La temporada pasada el rugby soriano cerraba con 30 jugadores en su equipo masculino y 19 en el femenino. Las cifras ahora están en el aire, «no sabemos las bajas que podremos tener respecto a otros años». Las razones son varias, «puede ser por el hecho de saber que no competiremos pero también de que los jugadores decidan que quieren proteger a sus familiares, una decisión que tenemos que aceptar».

En su cantera el año pasado contaban con hasta 12 niños, «durante esa temporada no pudimos sumar ninguno más y ahora queremos que al menos todos ellos sigan y puedan formarse». Aquí las dudas son mucho mayores, «desconocemos si van a poder entrenar pero tenemos que intentarlo»,

La captación se complica, «esta situación te limita el poder ir a los colegios a explicar en qué consiste este deporte». Esa su principal vía para atraer nuevos jugadores, «aun así lo seguiremos intentando y pondremos todo de nuestra parte para hacer entender que todo el que quiera probar lo hará en un entorno totalmente seguro».

Países como Francia o Inglaterra ya han iniciado sus competiciones regulares, entre otros motivos porque  «los presupuestos no tienen nada que ver y allí todo es más profesional». En España se ha aplazado el inicio de la División de Honor y en Soria todo está en el aire. El rugby sufre un placaje sanitario del que esperan zafarse lo más rápido posible.