El jefe de los mercenarios de Wagner, Yevgeny Prigozhin, acusó ayer al Ministerio de Defensa de Rusia de haber ordenado un ataque con cohetes contra sus campamentos de retaguardia que mató a decenas de sus combatientes. En un vídeo donde podían verse las bases de sus tropas todavía humeantes y en llamas, prometió «vengarse» alentando así una escalada sin precedentes de luchas internas en la cúpula militar de Rusia, con la que Prigozhin mantiene una pugna enconada desde hace meses.
«Murieron un gran número de nuestros combatientes», afirmó, al tiempo que prometió «responder» a estos ataques, ordenados, según él, por el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, al que, además, prometió «detener». «Debemos poner fin a esta desgracia», añadió el jefe de esta organización paramilitar en un mensaje que muchos analistas militares interpretaron como una llamada a la rebelión.
El Kremlin, sin embargo, negó estar detrás del bombardeo. «Todos los mensajes difundidos por Prigozhin sobre el supuesto ataque del Ministerio de Defensa en campamentos de Wagner no corresponden a la realidad y son una provocación informativa», enfatizó el comunicado oficial, donde también anunciaron la apertura de una causa penal contra el líder de Wagner por alentar una rebelión armada.
Moscú retrocede
Este choque se produce en un momento en el que Prigozhin parece estar dispuesto a declarar la guerra a los líderes militares rusos. De hecho, horas antes del ataque a sus campamentos, afirmó que las fuerzas de Moscú se están replegando en el este y el sur de Ucrania, dejando detrás un número muy significativo de bajas.
«Sobre el terreno, ahora, el Ejército ruso se está retirando en los frentes de Zaporiyia y Jersón. Las Fuerzas Armadas de Ucrania lo están haciendo retroceder», afirmó Yevgeny Prigozhin. El panorama que pinta Prigozhin es realmente negro para Moscú y deja en evidencia su logística. «Las Fuerzas Armadas de Ucrania aplastan al Ejército ruso, mientras nos bañamos en sangre, nadie envía reservas, no hay ningún mando», afirmó. «Lo que nos están contando es el engaño más absoluto», agregó para cuestionar el liderazgo militar y político de su país.
Sus comentarios contradicen frontalmente las evaluaciones más recientes del presidente ruso, Vladimir Putin, sobre la marcha de la guerra, en las que afirmó que Ucrania estaba sufriendo pérdidas «catastróficas» en todos los frentes.
El jefe de Wagner fue más allá y aseguró que la oligarquía rusa y el Ministerio de Defensa presionaron al presidente Vladimir Putin para atacar Ucrania y que Zelenski nunca fue la amenaza que vendieron. «No tuvo la intención de atacar Rusia con la OTAN, están engañando a la gente», aseguró.
Asimismo, desmintió que la razón de la invasión hubiera sido la defensa de las poblaciones rusas en el Donbás, sino que obedeció al interés de la oligarquía y las élites rusas de colocar a los suyos y hacer de Ucrania un Estado títere. «El Ministerio de Defensa está tratando de engañar a la gente y al presidente y contar la historia de que hubo una agresión de Ucrania».