El CD Golmayo Camaretas vive el mejor momento de su corta historia. El proyecto de su equipo de Primera Provincial Aficionados ha dado sus frutos esta temporada en la que por primera vez luchan por el título y por un posible ascenso. Con solo una derrota en el mes de octubre en lo que va de liga, los hombres al servicio de un veterano como Jesús Higuera, son ya favoritos.
Una plantilla joven, disciplinada, con las ideas claras y con un alto valor competitivo, son sus señas de identidad. «Queremos luchar por la liga, luego veremos si lo conseguimos porque esto es deporte», asegura el técnico. Después pueden pasar muchas cosas, pero todo lo que hacemos va encaminado a intentar conseguirlo», relata con ilusión.
Con 21 jugadores y con unos entrenamientos en los que se puede potenciar la idea de juego, todo hace indicar que tendría que pasar algo muy raro para no ver al conjunto de Golmayo-Camaretas pelear por la cabeza de la tabla hasta la última jornada.
El proceso. El objetivo del club hace dos temporadas era conseguir luchar por la Liga Provincial en unos pocos años. «Así fue mi planteamiento entonces», recuerda ahora Jesús Higuera. «A lo mejor no esperaba conseguirlo tan pronto, pero es que el trabajo de estos jugadores es ejemplar en el día a día», replica con orgullo.
Esa es la clave del éxito, el seguir completamente a ciegas al entrenador, el no cuestionar el modelo y en ejecutar el plan cada fin de semana. «La pasada temporada era un grupo completamente nuevo, este año todo se desarrolla con mucha más facilidad, ya saben cómo tenemos que hacer las cosas», detalla el técnico.
Para la consecución de su siempre utilizado 1-4-2-3-1, cuenta con 12 jugadores que siguen tras el año pasado y nueve fichajes elegidos para la causa. «Todos las incorporaciones me conocen o saben que estábamos interesados en ellos», comenta Higuera. Cada pieza ha sido elegida para una función en concreto y los resultados avalan esas decisiones.
La racha. Tras una pretemporada en la que plantilla y cuerpo técnico quedaron más que satisfechos, todo apuntaba a que desde el primer día el equipo funcionaría. «Si en esto entras en buena dinámica, es más fácil mantenerla después», analiza Jesús Higuera.
Pero un empate y su única derrota en los cuatro primeros partidos parecía que podía pone en riesgo la temporada. «Tras caer ante la Valeránica reconozco que tuve algo de miedo», recuerda ahora. «Siempre puedes entrar en un proceso negativo, pero los jugadores no se vinieron abajo y conseguimos después mejorar los resultados», comenta satisfecho.
A partir de ahí llevan 11 jornadas sin conocer la derrota, invictos en casa y con la sensación de contar con una solidez que hace que los rivales sepan lo difícil que es enfrentarse al Golmayo-Camaretas. «Estamos teniendo también esa dosis de suerte necesaria», cuenta el técnico. El objetivo ahora es que el equipo mantenga el nivel suficiente durante la segunda vuelta para optar a su primer título y soñar con el ascenso a Primera Regional.