El Pabellón San Andrés ha vivido este sábado un partido de máxima intensidad y emoción, con un enfrentamiento directo entre los dos primeros clasificados del Grupo B: Balonmano Soria y Balonmano Zamora. Ambos equipos ofrecieron un espectáculo a la altura de las expectativas, marcado por defensas férreas, ritmo alto y grandes actuaciones de los porteros.
El encuentro comenzó cuesta arriba para los sorianos, que, tras ocho minutos de imprecisiones en ataque, veían cómo los zamoranos se adelantaban con un 0-3 en el marcador. Aunque los amarillos lograron romper la sequía, esta tónica de dificultades para anotar les llevó al descanso con un ajustado 10-12 en favor del conjunto pistacho.
En la reanudación, los de Oriol Castellarnau salieron decididos a cambiar el rumbo del partido. A base de una defensa asfixiante, lograron igualar el marcador a 12. Sin embargo, el Balonmano Zamora reaccionó rápidamente y recuperó una ventaja de dos goles. Fue entonces cuando llegó el momento clave: un arreón de intensidad y carácter por parte de los sorianos permitió que se pusieran por delante por primera vez en el encuentro, generando dudas en los zamoranos.
Con el público entregado, el Balonmano Soria abrió una brecha de tres goles que parecía definitiva. A pesar de ello, el conjunto visitante no bajó los brazos y logró empatar el partido a 23 a falta de un minuto. En un final de infarto, un gol soriano a 24 segundos del final y una brillante intervención del portero Paco Revuelta en el último segundo aseguraron la victoria para los locales, con un ajustado 24-23.
Este triunfo supone un golpe sobre la mesa del Balonmano Soria, que aprieta aún más la clasificación en un Grupo B extremadamente disputado, con los cinco primeros equipos separados por solo dos puntos.
El próximo reto para los amarillos será seguir mostrando este nivel de intensidad y ambición para consolidarse como un firme aspirante en la lucha por los puestos de ascenso. ¡Seguimos avanzando, unidos en cada paso!