Llega el último fin de semana del año, y con él la Carrera Popular de Navidad. Ya es un clásico de esta festividad que los sorianos se coloquen el gorro de Papá Noel, se calcen las zapatillas de deporte y se dispongan a hacer los tres kilómetros de este recorrido el sábado a partir de las 18:30 horas. El pistoletazo de salida y la línea de meta serán en el mismo lugar, en la plaza Mayor de la ciudad. Pero, sin lugar a dudas, el objetivo de esta prueba no es lograr el primer puesto, sino disfrutar en familia de una agradable tarde deportiva.
El club escoge esta fecha ya que consideran que es cuando más gente está en Soria. «El año que más gente participó rondamos los 2.000 corredores», señala Rafael Martínez, uno de los atletas fijos de la carrera y parte de la directiva del club Puente del Canto. Este año, y a pesar de que hace una semana las inscripciones apenas registraron el millar de usuarios, desde la organización esperan rondar la cifra de 1.700 participantes, similar al año pasado.
Más que una carrera al uso, como las que podemos encontrar en estas fechas, esta prueba es «una excusa para combinar la navidad y el deporte», explica. «En esta carrera los que compiten son una minoría. Hay 100 o 150 personas que sí que intentan hacerlo rápido y para ganar. Ellos suelen tardar unos ocho minutos. Pero la mayoría de la gente la hace para disfrutar, para pasarlo bien y estar con amigos. Yo, por ejemplo, hace igual 15 años que no la disputo rápido. Hay otras carreras para competir», destaca el soriano. La soriana Marta Pérez es una de las atletas que prácticamente todos los años participa y, en numerosas ocasiones, ha conseguido cruzar primera la línea de meta. Sin embargo, son muchos los sorianos que deciden disfrazarse con motivos navideños y realizar el circuito sin prisa. Incluso son muchas las familias que deciden realizarlo andando. «Yo he ido en muchas carreras andando con mis sobrinos o con mis hijos», señala Martínez entre risas.
Tras casi 30 años, lo que más ha variado, según el soriano, que lleva compitiendo desde la primera edición, ha sido el circuito. «Al principio era una carrera más competitiva», asegura. Y es que en los inicios el recorrido pasaba por el espolón hasta llegar al alto de La Dehesa, lo que hacía que fuese una prueba un tanto costosa para aquel colectivo que no estaba acostumbrado a hacer deporte debido a las cuestas que se encuentran en el camino. En la actualidad, se ha optado por un circuito mucho más llano. «Desde la Plaza Mayor, atravesamos el Collado y llegamos hasta el árbol de la música. Desde la antigua comisaría, bajamos por el Logan, pasamos por la Subdelegación del Gobierno y nos dirigimos hacia la calle Duques de Soria hasta Mariano Vicen. Una vez allí, vamos a la Avenida Navarra y volvemos a recorrer el Collado hasta llegar al punto desde el que hemos salido», desarrolla el atleta.
Como cada año, se busca destinar el dinero de las inscripciones a un fin benéfico. Este año, la recaudación irá a la Asociación Soriana de Fibromialgia. Como novedad, y como algo «excepcional», según indica Martínez, los corredores tenían la opción de donar dos euros a los afectados por la DANA.