«Todo parece indicar que el éxito está asegurado». No oculta la Junta de Castilla y León su alegría por la decisión tomada este miércoles por el Consejo de la Unión Europea para rebajar el nivel de protección del lobo de «estrictamente protegido» a solo «protegido». Un «paso más», celebró el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para que el Ejecutivo autonómico recupere definitivamente la gestión de la especie al norte del Duero y, por primera vez en la historia, también al sur del mismo. Algo que podría ocurrir a principios del mes de mayo, cuando el Parlamento Europeo votará sobre esta medida, en lo que Suárez-Quiñones enmarcó como el último paso para modificar la Directiva Hábitats, tal y como lleva reclamando el Gobierno autonómico a Europa desde hace años.
Durante su intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno adelantado por la Semana Santa, el consejero realizó un repaso sobre los pasos dados desde que el Convenio de Berna aprobó reducir la protección del lobo hasta que concluya el «calendario inexorable» de las decisiones de la UE para permitir la gestión del lobo en todo el territorio de la Comunidad, tanto al sur como al norte del Duero. Para que eso ocurra, explicó, hace falta que el Parlamento europeo ratifique en unas semanas esta rebaja, algo que dio por sentado, y, por otro, el informe sexenal que debe enviar el Gobierno a la UE que, en este caso, pasará por la correspondiente Conferencia Sectorial en la que participan las autonomías: «Cuando todo esto pase estaremos plenamente libres de la gestión de la especie».
«Hasta que eso no se produzca, no va a poder realizarse una regulación integral de cupos o lugares donde haya que actuar para disminuir la densidad del lobo, hasta que eso se produzca, haremos alguna acción individual excepcional, que estamos ya configurando, para hacer controles allí donde sea especialmente dañino el lobo a la ganadería», resumió el responsable autonómico, que rechazó que existan actualmente cupos de caza del lobo tras colar en la ley frente a los residuos alimentarios la rebaja de su protección al norte del río Duero.
Suárez-Quiñones hizo hincapié en que el objetivo de recuperar la gestión del cánido en manos del Ejecutivo autonómico no es «avanzar hacia la caza deportiva» del mismo, sino buscar el «equilibrio» entre la especie y la ganadería que, a juicio del consejero, ya había en la Comunidad hasta que en 2021 el Gobierno central introdujo el lobo como especie con especial protección en el Lespre. «La Unión Europea lo ha tenido claro creo que la ola europea a favor del equilibrio que nosotros siempre hemos defendido ha sido imparable».
De «estrictamente protegido» a solamente «protegido»
El Consejo de la Unión Europea aprobó este miércoles de manera definitiva la rebaja de la protección del lobo, que pasará de ser una especie «estrictamente protegida» a solamente «protegid», tal y como aprobó anteriormente Convenio de Berna del Consejo de Europa. Se trata de una reivindicación que diferentes territorios de la Unión Europea con más presencia de manadas de lobos, como Castilla y León, que llevan reclamando a Bruselas y al global de las instituciones comunitarias. Finalmente, la Comisión Europea y los estados miembros de la Unión Europea propusieron esta cambio en el estatus de protección del lobo al Consejo de Europa, que aprobó la petición y el Consejo de la UE la ratificó. España fue uno de los pocos países de la Unión Europea que votó en contra de pedir esta modificación al Convenio de Berna y, por extensión, de la legislación del bloque comunitario.
Hace tiempo que la Junta de Castilla y León y otros gobiernos de comunidades autónomas piden a las instituciones europeas que se rebaje la protección del lobo, sobre todo en zonas como la castellano y leonesa, en las cuales su presencia es más abundante. Incluso, Castilla y León aprobó un plan para que pudieran abatirse ejemplares al norte del Duero, normativa que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sentenció contraria a la directiva europea sobre los hábitats, según informa Ical.
«El objetivo es ofrecer más flexibilidad en la gestión de las poblaciones de lobos en los distintos países de la UE, con el fin de mejorar la coexistencia y minimizar el impacto de la creciente población de la especie, incluidos los retos socioeconómicos», aseguraorn desde el Consejo.