Castilla y León no impondrá, de momento, la obligatoriedad de la mascarilla en los centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias, que seguirá siendo una recomendación ante la 'tripledemia'. Una decisión con la que el Gobierno regional se desmarca de otras comunidades comoCataluña,Comunidad Valenciana oGalicia que ya lo están aplicando ante el repunte de casos del cóctel de gripe, covid-19 y el virus respiratorio sincitial. «No existe colapso en ningún servicio sanitario. Lo que hay es una alta incidencia y alta utilización de los servicios, pero en ningún momento se ha dejado realizar ingresos, intervenciones quirúrgicas, ni pruebas diagnósticas». El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, compareció ayer ante los medios tras participar en el Consejo Interterritorial de Salud, donde Castilla y León votó en contra de la propuesta ministerial y presentará alegaciones: «Es una falta de respeto que nos enteremos por los medios de las propuestas».
El consejero expresó su sorpresa por la convocatoria de este pleno extraordinario por la llamada 'tripledemia', cuando la incidencia de la gripe es similar a la de otros años, incluso algo menor, y cuando «no existe colapso» en ningún servicio sanitario. Además lamentó que la convocatoria llega tarde y que podría haber aprovechado la reunión del 21 de diciembre, si quería medidas de coordinación, algo que hubiera sido más sencillo con tasas de incidencia inferiores.
En todo caso, recordó que todas las comunidades cuentan desde hace años con planes de contingencia de invierno, para hacer frente al incremento de la patología respiratoria, algo que debería conocer, según informa Ical. «Un responsable sanitario tiene que ser muy cuidadoso con sus palabras». Durante su intervención explicó que la Comunidad no es partidaria de la obligatoriedad, puesto que el uso de la mascarilla no es un mecanismo para cortar o modificar la transmisión epidemiológica, sino para proteger a la población vulnerable. Es más, recordó que Sacyl, dentro de sus planes de contingencia, publica recomendaciones, que se van modificando en función de la situación.
Hospitales al 75%
Todo ello en un escenario en el que Castilla y León podría alcanzar a lo largo de las dos próximas semanas el pico de incidencia de la gripe, en un escenario en el que hay cierta «tensión asistencial», por la convivencia de este virus, el SARS-CoV-2 y el virus respiratorio sincitial. Sin embargo, desde la Consejería de Sanidad reiteran que no hay una situación «de colapso» y todavía hay margen, con unos hospitales que están al 75 por ciento de ocupación, con 5.207 pacientes ingresados, y unos centros de salud que notan la patología, pero que están citando en su mayoría en menos de 48 horas a los pacientes.
La directora general Asistencia Sanitaria, Silvia Fernández, que compareció junto alconsejero, explicó que hoy se conocerá el último informe de la Red Centinela Sanitaria de Castilla y León, que incluirá datos de la primera semana de enero, pero todo indica a que la curva haya crecido, por encima de los 207 casos por cada 100.000 habitantes, de la semana 52. Estos datos entran dentro de una situación de normalidad, incluso con un nivel de intensidad más bajo por estas fechas dentro del histórico de temporadas gripales, según precisó el consejero. No obstante, debido a que la curva seguirá creciendo, animó a la población diana a vacunarse.
Hay operativas 155 camas de hospitalización y dos plazas de UCI a mayores
El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, recordó que para afrontar las próximas semanas ya existe un plan de contingencia invernal, que sirve para planificar y organizar cambios estructurales y organizativos en los centros, ante el aumento de la presión asistencial. Para ello, están operativas 155 camas de hospitalización y dos de UCI a mayores, y se ha contratado a 800 profesionales en Atención Primaria y Hospitalizada. En el segundo caso, desde enfermeras, a celadores, TCAES, personal de laboratorio y de pruebas complementarias, como de radiología. Durante la última semana, los Puntos de Atención Continuada, han atendido una media de entre diez y 12 pacientes más al día, que en el caso de los urbanos, que tienen más recursos y agrupan mayor población, con una media de 100 atenciones al día.
En los centros de salud, la presión asistencial ha aumentado hasta los 29 pacientes, y sólo el 38,4 por ciento de los centros de salud tiene algún cupo con demoras de más de dos días. De los 247 centros de salud, más del 60 por ciento está cumpliendo el compromiso de citar a los pacientes en 48 horas. Para ello, se ha mantenido el plan de refuerzo de la asistencia sanitaria de Primaria con las consultas de rebosamiento, para asumir los picos de demanda. Así, desde el 18 de diciembre, ha habido 632 consultas de Medicina de Familia y 73 de Pediatría más. Por último, las urgencias hospitalarias en los últimos tres días han experimentado una tendencia decreciente, con 3.000 el viernes, y un descenso medio de 500 entre el sábado y el domingo. También, las que han derivado en ingreso han pasado de un 20 a un 126 por ciento.