El Festival Enclave de Agua vuelve a llenar la capital soriana este fin de semana de buena música negra en una edición de récord. Un total de 31 bandas deleitarán en los escenarios Lavadero, Pradera y Vermut, que este año crece con una nueva ubicación en la sala Botánico, a un público que, muy probablemente, calcula el director artístico de Enclave, Víctor Frutos, volverá superar las cifras de asistencia del año pasado. Tras 17 años de historia en los que el certamen musical se ha convertido en uno de los más importantes en su género en España, los organizadores de Enclave se muestran «orgullosísimos de haber hecho este camino de la mano de todos los sorianos» y del Ayuntamiento de la ciudad.
La música afroamericana, y ya van 17 años, vuelve a resonar en las márgenes del Duero. Echando la vista atrás, ¿esperaban que el Festival llegara a lo que es en la actualidad?
La verdad es que siempre hemos estado muy centrados en el hoy, en el presente, en sacar las ediciones adelante una a una. Quizá no teníamos puesta la vista tan lejos porque al principio fuimos muy a contracorriente. No había prácticamente en España nadie programando en la línea en la que lo hacíamos nosotros. El modelo de festival también era bastante novedoso. Había unos precedentes ya en España, pero sí es verdad que nosotros fuimos, en cuanto a estilo, diferentes y eso al principio nos hizo pensar que iba a ser un arranque muy duro. No podíamos imaginarnos lo que somos a día de hoy: un referente de la música negra en España. No me corresponde a mí decirlo, pero sí es verdad que somos ahora mismo el mejor festival de música negra en España no sólo en programación de número de bandas, también por el espacio que ocupamos, en número de asistentes… En todo. Estamos orgullosísimos de haber hecho este camino de la mano de todos los sorianos.
Y eso que al principio nadie en Soria creía en Enclave de Agua… salvo una persona: Jesús Bárez…
Pues sí, nuestro querido amigo y maestro Jesús. Él siempre depositó un voto de confianza desde el minuto uno y creyó en el proyecto. Él visualizaba esto que ha pasado finalmente. Tuvimos que superar muchísimos obstáculos y él nos ayudó muchísimo a saltarlos de uno en uno.
Se va a echar un poco en falta a este gran enclavero que nunca se iba antes del último concierto…
Un poco se queda muy corto. Se va echar muchísimo de menos a nuestro amigo y compañero Jesús. Es una pérdida que vamos a sentir muy duramente en la producción de este año. Continuamente lo estamos recordando. Le echamos mucho de menos y esta edición vamos a dedicársela a Jesús. Allí donde esté seguramente querría que disfrutáramos de esto que ayudó a construir.
De hecho Enclave se ha convertido no sólo en un gran evento musical del verano, sino también en tarjeta de presentación de la ciudad y en uno de sus principales reclamos turísticos. ¿Cuál ha sido la fórmula del éxito?
El trabajo en equipo. La colaboración con el Ayuntamiento de Soria. Ahora que no tenemos a Jesús, tenemos a nuestra concejala Gloria [Gonzalo]. Desde el primer año son muchas las personas que han ido colaborando y formando parte de la gran familia de la producción de Enclave de Agua. La clave del éxito, sin ningún tipo de duda, es el trabajo en equipo. Hemos conseguido algo que, a priori, parecía inalcanzable, pero que es la recompensa al esfuerzo hecho desde hace 17 años.
¿Hay margen para que el Festival siga creciendo?
No hemos parado de crecer desde que empezamos, pero sí que es verdad que hemos llegado a un momento en el que lo que es la zona del río ha alcanzado un lleno completo y pensamos que, como siempre, el Festival va a seguir extendiéndose hacia la ciudad, hacia lo que son las sesiones del vermut, como ya se ha hecho este año ampliando con un escenario más en el Botánico. Ahí tenemos un reto por delante y probablemente el año que viene seguirá creciendo y consolidándose.
Son tres días muy intensos de música y otras actividades. ¿Cómo se prepara Enclave de Agua?
Realmente la organización de Enclave lleva un año entero. Hacia el mes de septiembre comenzamos a preparar las primeras ideas que tenemos tanto Alfredo Cañas como yo. Nos tiramos trabajando prácticamente hasta el mes de febrero en lo que es la programación. Una vez que la tenemos toda armada jugando al tetris, como yo digo, con las bandas [ríe], empezamos ya con los detalles de producción. Este año, la 2 de TVE ofrecerá dos programas especiales Enclave de Agua y todo tiene que cuidarse muchísimo porque la ciudad va a tener un escaparate en TVE que va a poder ver toda España desde su sofá. Estamos muy orgullosos de ser considerados por Televisión Española, uno de los mejores festivales de este país..
En estos años ha pasado por los escenarios de Enclave lo mejor de la música afroamericana, pero, además, se ha creado cantera de público…
Las estadísticas en redes sociales nos apuntan a que muchísima gente, un 50% viene de Madrid, y luego en porcentajes muy altos desde otros puntos de España. Este año, incluso, tenemos una familia que ha contactado con nosotros, que ha reservado sus hoteles y todo, y que viene desde Dinamarca. Alucinamos con hasta dónde ha traspasado las fronteras Enclave. Esto nos hace pensar que también deberíamos hacer promoción desde fuera de España [ríe]. Lo que ocurre es que estamos llegando al nivel casi máximo de asistentes que puede absorber el Festival y la ciudad. He de recordar que, a día de hoy, prácticamente no quedan plazas hoteleras en Soria desde hace ya meses. Todo parece indicar que esta edición va a ser de nuevo de récord de asistentes.
¿Qué destacaría de Enclave de Agua 2024?
Es una edición muy especial primero porque batimos nuestro propio récord de programación de bandas. Tenemos más de 30 grupos, en concreto, 31, más cuatro DJ. A nivel de programación creo que es la edición más potente también. Si te das cuenta, en el escenario principal tan sólo hay un artista nacional. Todos son internacionales y esto supondrá más trabajo de producción. Hemos tenido que reforzar el número de personas en el equipo para poder llegar a todo sin morir en el intento [ríe]. Queremos dar calidad y eso, al final, sólo se consigue con más personal. Hay que tener en cuenta que los conciertos empiezan a las 11.00 horas con las sesiones Vermut y se extiende hasta las 6.00 de la mañana [en las márgenes del Duero]. Es muy complicado a nivel de producción porque no hay que olvidar también que, aunque hemos crecido en la zona del río, este año hemos crecido bastante en la zona del Vermut, que se ha reforzado con muchísima programación. De hecho, se han hecho dos carteles distintos: uno de sesión Vermut y otro con la programación de escenario principal y pradera… Por cierto, que tenemos un cartel por el que estamos recibiendo felicitaciones tanto en prensa, como de músicos, como fans que nos generan un tráfico en redes sociales.
¿Qué no nos podemos perder de la programación de este año?
Nada. Tengo que ser muy claro: absolutamente nada. Cualquier artista de la programación podría estar cerrando el Festival. Da igual en qué horario los pongas porque son todos absolutamente fantásticos. Son grupos que, además, tienen su discurso totalmente actualizado. Todos vienen con su disco debajo del brazo, no son bandas muertas, no, no. Son todas muy buenas. Por destacar alguna: The Brooks, una banda espectacular de Estados Unidos; Nik West, que vuelve también desde Estados Unidos; The Buttshakers, de Francia; The Next Movement, que vienen de Suiza… Southern Avenue, también americanos. Es que tenemos nivelazo de programación y vais a poder comprobar que este año también a nivel de producción, también. Tendremos dos equipos de vídeo.
Enclave es música, pero sus conciertos también destacan por una cuidadísima puesta en escena visual. ¿Es una de los aspectos distintivos del certamen?
Sin ningún tipo de duda es una de nuestras señas de identidad. Es lo que nos da la personalidad en directo. Más allá de unas pantallas, unas luces y unos focos, el trabajo del equipo técnico hace posible que todos los años flipemos con el arte, sí, arte, que hay en esas proyecciones en las pantallas. De hecho, hay personas que llevan trabajando meses estudiando a los artistas para poder preparar las sesiones audiovisuales. Todo está meticulosamente preparado. El espacio, nuestra producción audiovisual, la programación... Todo esto son las claves de este Enclave de Agua que, a día de hoy, es un festival de muchísimo éxito, con una proyección podríamos decir que internacional y que mira el futuro con ganas de mejorar, de crecer y de inventar nuevas cosas que den a la ciudad de Soria la importancia que se merece a nivel de turismo cultural en España.
¿Cómo ha ido cambiando Enclave de Agua? ¿Está en evolución?
Enclave de Agua está en un proceso de apertura en cuanto a estilos, a cuanto a línea editorial y programación. Estamos siempre abiertos a las nuevas tendencias. Puedo decir que en anteriores ediciones hemos ido incorporando poco a poco bandas de rock seventies, una variante musical que viene del blues, porque, para nosotros, el rey del rock&roll, con todos nuestros respetos a Elvis, siempre será Little Richard. Bajo esa premisa, todo lo que podemos programar, lo hacemos. Somos un festival de música negra en el que hay rock, seventies y también nos hemos abierto en estos últimos años, no sé si como una evolución, pero sí como un desarrollo más digamos profundo de la programación, a bandas que vienen del mundo latin. Este año tenemos bugalú con Tito Ramírez, tenemos a Combo Paradiso que da esas pinceladas también de ese estilo. Evidentemente, también nos hemos ido adaptado a las circunstancias, a las opiniones de nuestros enclaveros, a las propuestas de nuestros compañeros de la Concejalía de Cultura. Han sido 17 años en los que hemos ido aprendiendo para ir mejorando y hemos hecho las cosas con mucho cariño.
Este año han colaborado con el Vivestival de Vive Radio Soria cuyos ganadores van a participar en las sesiones Vermut. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Ha sido una experiencia bonita. Nosotros somos un festival en el que damos mucha importancia a los artistas emergentes, tanto de fuera como de dentro de España. Tenemos la suerte de contar con una cantera musical en Soria espectacular. Mira, nos sentimos en parte responsables del florecimiento de una generación de jóvenes que se han volcado con la música porque año tras años hemos podido ver que los que eran niños y venían con sus padres en carrito se han convertido en adultos enclaveros. Es una vocación didáctica que ha surgido sola y de la que nos sentimos también muy orgullosos.
Si tiene que elegir un momento, ¿con cuál de los vividos en Enclave de Agua se quedaría?
Uff, qué difícil. Año tras años nos dicen: 'Pues oye, a ver cómo lo hacéis el año que viene porque lo de este me parece insuperable'… Pues Cimafunk, con esa invasión programada de escenario, fue el año pasado alucinante, un momento mágico. La última edición siempre es la mejor. Con eso me quedo.