Ni un monovolumen ni un suv ni un todoterreno, el vehículo de moda de esta temporada de invierno es el tractor. Y no precisamente por ventas, sino porque los agricultores y ganaderos de toda Europa los han convertido en los protagonistas de sus protestas, consiguiendo colapsar grandes ciudades y convirtiendo sus bocinazos en la banda sonora de las urbes y carreteras en las últimas semanas con el temor de los ciudadanos a las dificultades de tráfico con las que se encuentran día a día, muchos de ellos sin avisar con antelación. En esas máquinas que utilizan para su trabajo diario y que ahora toman las calles de las ciudades llevan plasmadas sus reivindicaciones: cambios en la PAC, flexibilidad en las condiciones medio ambientales y una menor carga burocrática, entre otras.
Pero, ¿cuántos tractores hay en la Comunidad para que consigan complicar tanto la circulación? Según los últimos datos actualizados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Castilla y León contabiliza nada más y nada menos que 154.217 tractores a finales de 2023. Una cifra que a nivel nacional superan el millón de unidades, aunque hay que tener en cuenta que habría que corregirlas a la baja, pues el Ministerio ha constatado que en numerosas ocasiones cuando la maquinaría agrícola queda inservible en la explotación o se envían a un centro de tratamiento de vehículos para su destrucción, no se da de baja su inscripción en el Registro Oficial de Maquinaría Agrícola (ROMA).
Con esta cifra del número de tractores inscritos en los registros oficiales del Ministerio, Castilla y León es la tercera Comunidad con mayor censo de este tipo de vehículos, solo por detrás de Andalucía (185.784 unidades) y Galicia (171.398), y seguida de cerca por Castilla-La Mancha (153.764). Hay que tener en cuenta que el día que más tractoradas coincidieron en territorio castellano y leonés, el pasado 6 de febrero, la Delegación del Gobierno databa en más de 7.000 las máquinas que habían colapsado carreteras –incluidas varias autovías– y las capitales.
Si se analizan otros datos ofrecidos por el Ministerio como el parque estimado de tractores y cosechadoras de cereales en uso en el año 2023, Castilla y León dispone de 132.368 de los primeros y 6.387 de las segundas. Una cifra que la mantiene como la tercera autonomía con más maquinaría de España. Por provincias, estas cifras sitúan a León, Burgos y Zamora como las que más tractores poseen.
Envejecimiento del parque
Pese a esta elevada cifra de maquinaría inscrita, las ventas han bajado en los últimos años tanto a nivel nacional como en nuestra Comunidad, lo que supone que ha aumentado el envejecimiento del parque castellano y leonés. El Ministerio de Agricultura ya advierte en las convocatorias anuales del Plan Renove de la maquinaría agrícola que esto «merma la productividad derivada de su uso y se incrementan tanto los efectos negativos sobre el medio ambiente como sobre la competitividad y la seguridad y salud en el sector».
Las cifras avalan esta situación. El último informe del Ministerio de Agricultura habla de un elevado número de cambios de titularidad en tractores usado, «que es casi tres veces mayor que los de nueva inscripción». Durante el año pasado, se produjeron en Castilla y León un total de 2.748 cambios de titularidad, la mayoría de ellos de máquinas con más de 20 años de antigüedad y solo 131 tenían menos de dos.
¿Pero cuánto puede llegar a costar un tractor? Si se analizan los modelos más vendidos en España en el último año, estos vehículos pueden llegar a superar los 100.000 euros, e incluso alcanzar cifras mucho más elevadas debido a la equipación extra que añada el agricultor. El precio, según los expertos, depende de cuatro factores principales: la motorización del vehículo; la equipación (aire acondicionado, iluminación, autoguiado o GPS, entre otras); la marca; y el servicio postventa.
Caídas de las ventas
Según los últimos datos publicados por el Ministerio en referencia al año pasado, en la Comunidad se inscribieron 979 tractores nuevos, esto supone una caída de un 11,64 por ciento respecto a 2022. El sector registra una caída general de las ventas en el resto de tipos, ya que a los tractores se suma un descenso en la maquinaría automotriz con una bajada del 9,36 por ciento y la remolcada o suspendida con una caída del 1,15 por ciento, mientras que los únicos que se salvan son los remolques con un aumento del 4,16 por ciento. Con estos resultados, la venta de maquinaría agrícola terminó 2023 con un saldo negativo con un 3,50 por ciento menos de adquisiciones en Castilla y León. Este descenso es una de las muestras más claras de la crisis de rentabilidad que viven las explotaciones agrícolas y ganaderas, y por las que estos días han usado sus tractores para colapsar las ciudades.