Poesía y misterio en 'Bahía de Santander'

Sonia Almoguera
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El escritor soriano Antonio Delgado concluye con 'La reina del Sardi' su trilogía cántabra, en la que la música y la fotografía siguen presentes

El escritor soriano Antonio Delgado en el parque de La Dehesa. - Foto: Ana Renta

Nunca sabe lo que va a pasar en sus libros. Comienza a escribir sin plan previo. Como autor, él, por tanto, es el primer sorprendido de los derroteros que van tomando tanto sus personajes como la propia trama; también de que lo que comenzara siendo una novela costumbrista acabara convirtiéndose en la trilogía de novela negra Bahía de Santander, de la que este mes de agosto ha presentado en Soria su última entrega, La reina del Sardi, en la Feria del Libro EXpoesía. Antonio Delgado confiesa que lo que hace «cada día influye en las novelas» que escribe y va marcando el rumbo final de una historia que encuentra su propio destino. Quizá, guiado por la música, otra de las grandes pasiones de este autor, y una herramienta esencial no sólo para propiciar las musas, sino también para hallar el propio tono mientras desovilla el hilo de la historia. «Siempre escribo con música. Cada novela tiene una serie de temas que son con los que he estado escribiendo» y que luego quedan anotados en la propia edición, explica Delgado. De alguna manera, añade, la música le hace meterse «en la trama» de la historia y, por supuesto, va marcando el ritmo de la propia acción. En esta trilogía, el Cuarteto americano, de Antonín Dvorak, ha tenido un eco importante, por ejemplo.Todo arrancó con Sardinero azul, una obra en la que «algo ocurre que es fundamental para la trilogía» y en la que aparece por primera vez el personaje de un escritor «relacionado con nuestra tierra, porque es un personaje de Pinares, un burgalés que tiene mucho de soriano», puntualiza.

A caballo entre Santander y Soria, ciudades en las que reside en distintas temporadas a lo largo del año Antonio Delgado, la trilogía Bahía de Santander tiene mucho de caja de sorpresas en la que «nada es lo que parece» y donde la poesía convive en armoniosa simbiosis con el misterio e incluso se nutre de la historia de lugares emblemáticos de la capital cántabra. Todo ello, junto con las vidas de los propios personajes, se va mezclando en La concha negra y La reina del Sardi con «cierto lío», añade con sentido del humor el escritor soriano, en una trama compleja e interrelacionada.

ambientación visual. La fotografía, al igual que la música, es también una disciplina artística indisolublemente ligada a su proceso creativo. Las imágenes, asegura el autor, las utiliza «para ambientar». Para estas obras realizó muchas sobre los temporales marítimos, también de la isla de Pedrosa, donde antaño se guardaban las cuarentenas y posteriormente se instaló un sanatorio para tuberculosos, actualmente abandonado, entre otros lugares. La idea es poder reunir todas las instantáneas en una exposición que permita emprender un recorrido visual por los escenarios y ambientes que narra en sus últimas tres novelas. Antonio Delgado comenzó a escribir desde muy joven, sobre todo, poesía. De ahí que no sea casual que su obra esté trufada de versos. De hecho, comenta, quiso jugar a crear en el espectador la curiosa perplejidad de encontrar poemas en una novela de género negro. En la trilogía también reverberan ecos de su poemario Desde un banco a la deriva, en el que, de alguna manera, Soria y Santander también se entrelazan a través de un último poema dedicado a Gerardo Diego. Tras poner punto final a Bahía de Santander, Antonio Delgado está ya embarcado en una nueva aventura literaria en la que estará también presente, otra más de sus pasiones. «Quería hacer una novela abusando de que también soy licenciado en Historia», comenta con simpatía. Será una trama ambientada entre dos milenios en la que busca retratar sobre todo el período en torno al año 1.000 desde una la perspectiva «de la historia y de la arqueología, pero con cierto misterio», añade. Aunque ya advierte, va camino de convertirse en una nueva trilogía. «No va a caber todo en una única novela», adelanta con sentido del humor.