Las organizaciones agrarias sorianas ASAJA, Coag y Upa convocan una concentración de protesta por la situación económica del campo para el 26 de septiembre. El acto central tendrá lugar a las 13.00 horas frente a la Subdelegación del Gobierno en Soria.
Desde 2022 el mercado del cereal mundial está en franco deterioro. Esta situación muy condicionada posiblemente por la guerra de Ucrania está llevando a una situación insostenible para las explotaciones cerealistas. A nadie se le escapa que los bajos precios del cereal reducen ingresos a Rusia, mientras se garantiza el mercado interior sin aranceles a Ucrania, siendo ambos países los grandes exportadores mundiales de cereal (suponen el 30% de toda la exportación global). Y Soria, con su agricultura continental eminentemente de secano y que recordamos que ocupa las últimas posiciones de porcentaje de regadío de España, se encuentra al límite debido a la presión de los precios.
La depresión de los precios en el plano internacional, que es innegable en España, tiene una mayor repercusión por cuanto nuestro país, obligado a importar todos los años de media entre 15 y 20 millones de toneladas para completar el autoconsumo, se ha convertido en el primer receptor de trigo ucranio en Europa, de tal modo que una desmesurada entrada de trigo está inundando de materia prima nuestros puertos, también ruso, a pesar de la imposición de aranceles. Esta oferta, superior a la demanda, convierte la ya de por sí fuerte presión internacional de los mercados en algo insoportablemente virulento en el caso de las explotaciones agrarias cerealistas españolas y sorianas.
Como ejemplo, en este mes de septiembre y solo en los puertos más cercanos a Soria se están descargando o están para llegar los siguientes barcos: En Tarragona con origen de Ucrania dos barcos, uno con 20.500 toneladas y otro con 27.700; con origen del Mar Negro tres entradas, 9.000 tn de centeno, 30.000 de trigo y otras 30.000 de centeno. En el puerto de Valencia, uno con origen ucraniano de 50.000 tn y en Castellón otro de trigo de 33.000 toneladas de Lituania.
A esto se suma el problema económico de la inflación derivada o agudizada también por la guerra, que tal vez haga que no importe mucho a los gobiernos este problema de los bajos precios del cereal, pues resultan un alivio para la macroeconomía, pero son la ruina de un colectivo, el de los cerealistas, como denuncia ASAJA. De ahí nuestra repetida frase de denuncia social de que el apoyo a Ucrania no puede realizarse a costa de la ruina de los agricultores.
A pesar de una ligera recuperación de los precios en las últimas semanas la situación a nivel internacional la situación de precios es absolutamente calamitosa y para colmo los precios en el mercado interior están más deprimidos aún, no alcanzando los niveles.
Por dar un dato, hace dos años por estas fechas el trigo estaba a 358€/tn.
Para colmo, el conflicto ha traído la extraordinaria subida de materias primas y con ello la desorbitada subida de los medios de producción, sobre todo de los fertilizantes (Rusia es el tercer exportador mundial de petróleo).
Situación esta, la de los fertilizantes, que parece ser no va a sufrir grandes variaciones con respecto al año anterior 2023, y que incluso superado el pico del estallido de crisis por la guerra los precios pagados por los agricultores continúan en casi el doble de los que había previamente.
Esta situación está repercutiendo en un descenso drástico de las siembras del cereal. Soria ha dejado de sembrar más de 40.000 has de cereal, que es casi una cuarta parte del total y si no se soluciona el problema de rentabilidad, llevará a la desaparición casi total del secano.
Esta reducción de superficie sembrada es producción nacional, realizada con los estándares europeos y españoles de cumplimiento de medidas de protección del medio ambiente, salud pública y salud animal, que se cambia por otro cereal producido en condiciones rusas y ucranias que "vaya usted a saber" y que además de rebajar la seguridad de nuestros ciudadanos, no contribuye en la misma medida a los retos ambientales que tanto preocupan a muchos y que cuya distorsión del mercado además nos lleva a la ruina.
Por estos motivos, el próximo día 26 de septiembre ASAJA Soria, junto con Upa y Coag, realizarán un acto de denuncia de esta situación de precios y de reivindicación de medidas para salvaguardar las explotaciones cerealistas provinciales, y pedir justicia en el mercado del cereal. Si no se recuperan los precios la ruina acabará con la agricultura cerealista.
Estas son las reivindicaciones:
Suspensión de importaciones, vigilancia del deprimido mercado interior de cereales y control de calidades de toda la mercancía que esté ya en puertos.
Cumplimiento de lo recogido en la Ley de la Cadena Alimentaria que prohíbe remuneraciones por debajo de los costes de producción.
Comunicación oficial a la Comisión Europea advirtiendo de la perturbación del mercado del cereal en España en el marco del nuevo Acuerdo Europeo con Ucrania.
Adelanto efectivo del 70% de la PAC en octubre como acaba de ser autorizado para dar liquidez a las explotaciones ante los ruinosos precios actuales.