La apuesta de Pablo Alonso por Valdeavellano

A.P.L.
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La tienda se pone en marcha en breve y gracias al relevo seguirá siendo el único negocio así en la zona de El Valle, de Almarza a Vinuesa

La apuesta de Pablo Alonso por Valdeavellano - Foto: E.G.M

Valdeavellano de Tera mantendrá su estanco y tienda de recuerdos y productos artesanos, como Mantequilla de Soria, leche, paté y vino, además de prensa, papelería y chucherías, gracias a un joven emprendedor de 26 años. Tras estudiar Geografía y el Máster de Acceso al Profesorado, Pablo Alonso ha decidido quedarse en Valdeavellano de Tera, el pueblo de su familia paterna (su abuela nació allí). La familia materna también es de la zona, de Sotillo del Rincón, por lo que siempre le ha tirado mucho.     

Para el traspaso del negocio que regentaba Guadalupe, otra vecina de Valdeavellano, ha alquilado un local del ayuntamiento en la misma plaza, que en su día fue oficina bancaria y antes también una farmacia, aunque cuando la que llevó su abuela, que fue la farmacéutica de la localidad, estaba en otra ubicación distinta a la de ahora. Y, muy ilusionado, espera abrir el establecimiento en una semana -aunque en un principio había pensado hacerlo este fin de semana, coincidiendo con las fiestas de San Blas- cuando finalice la obra y termine de amueblarlo, porque ya tiene todos los papeles tramitados. Como joven emprendedor, solicitará ayudas a todas las líneas en las que pueda encajar.

modo de vida. «Yo soy de Zaragoza, pero mi abuela nació aquí y tenemos la casa familiar y vengo mucho, todos los fines de semana desde hace unos cuantos años. No era viable aquí porque no tenía modo de vida, pero surgió la oportunidad y no me lo pensé», algo que comunicó por sorpresa a sus padres en septiembre tras decidirlo en junio. «Lo de quedarme en el pueblo les parece muy bien a los dos», indica, «saben que es donde más feliz soy y ellos también vienen porque les gusta mucho». Aunque en el caso de su madre, si que hubiera preferido un trabajo más estable como profesor para él. Pablo comenta que tiene su grupo de amigos en el pueblo desde que eran pequeños, «desde los cinco años», y también en Zaragoza, «que vienen bastante porque soy el único que tiene una casa en la montaña como tal y les gusta estar los fines de semana y en fiestas, por supuesto». 

El joven asegura que en Valdeavellano, con 200 habitantes, tienen «la suerte» de tener farmacia, Caja Rural, supermercado, dos bares y varios alojamientos, entre otros negocios. «Pero esta va a ser la única tienda de este tipo que va a haber de Vinuesa a Almarza», indica. Él asegura que está vinculado con El Valle «a tope», porque además tiene otro proyecto en desarrollo muy importante para la zona. 

En Valdeavellano hay mucha juventud, asegura Pablo, quien cree que hace falta vivienda y apoyo a proyectos de emprendimiento en toda la provincia para mantener los pueblos. Contando su proyecto quiere que pueda servir como ejemplo a otros jóvenes que tienen una idea de negocio en mente para afincarse en pueblos sorianos.