Las plantaciones de frutos rojos en la localidad de El Royo afrontan un año «de transición». Apenas se ha recogido cosecha y muchos de los arbustos de frambuesas y moras se han podado de cara a la siguiente fase de recogida de fruto. La construcción del obrador comunitario está marcando, en este sentido, la planificación de las próximas producciones de BosqueSoria, el proyecto de agricultura ecológica sostenible que busca dar un salto cualitativo hacia la transformación de los frutos rojos recolectados. «Nuestro principal objetivo es hacer que el obrador funcione bien», indica Jorge Jiménez, uno de los promotores de una de las fincas productoras. De ahí que lo menos importante sea ahora mismo la producción. Con la tregua que ofrecen las obras de edificación del obrador, ya en la fase final de los trabajos, se está aprovechando para iniciar contactos con empresas de Soria vinculadas a la transformación agroalimentaria. El objetivo final es «sacar más valor añadido» a los frutos rojos y, en este sentido, el espejo al que se mira es al sector de la manufactura de los productos micológicos. «Hay firmas que lo están gestionando bien», añade Jiménez, y se espera que su experiencia en esta campo pueda contribuir a que los productos de BosqueSoria puedan ampliar su vida más allá del producto en fresco, «que tienen un problema principal: la distribución, que aquí cuesta», argumenta.
Dentro de los planes de futuro de BosqueSoria se encuentra continuar con la producción de fresco principalmente dirigida al mercado local de Soria o «empresas dedicadas a la venta de productos ecológicos con los que ya veníamos trabajando muy bien» y dedicar la mayor parte de la producción a la transformación de la cosecha en productos elaborados, como mermeladas, con el fin de crear una incipiente industria agroalimentaria que permita asentar e incluso aumentar la población en la localidad en el futuro.
En este sentido, el obrador comunitario que se ha financiado a través de una ayuda gestionada por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl) de la Junta de Castilla y León dispondrá de una estancia específica para la transformación de los frutos (tanto los rojos como otros que se recolecten a lo largo del año), así como una zona de envasado y etiquetado.
Pero una de las infraestructuras esenciales que ayudarán en este proceso será también la cámara frigorífica que permitirá la adecuada conservación de los frutos cosechados hasta poder ser transformados en distintos productos elaborados.
555 metros cuadrados. Con una superficie en planta de alrededor de 555 metros cuadrados, el obrador comunitario dispondrá de una cámara frigorífica a la que se accederá desde el hastial noreste del edificio, una vez pasado el fruto por un área de limpieza y clasificación. Con un presupuesto total de 562.393 euros, los productores de frutos rojos se muestran «muy contentos» por cómo se está desarrollando el proyecto de construcción «en tiempo y forma», indica Jiménez.
Las obras comenzaron el pasado mes de septiembre y, con un plazo de 11 meses, están ya a falta de la instalación de servicios para que la constructora, San Miguel Estructuras de Hormigón S.L. pueda entregar el edificio a Somacyl y, la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León, a los que se encargarán de la gestión de las instalaciones.
Los productores de frutos rojos afrontan con ilusión la apasionante nueva etapa que, con la puesta en marcha del obrador, se abre ahora en la zona.
La experiencia de cultivo de estos últimos año ha demostrado que «los frutos rojos funcionan». Las expectativas son altas y la oportunidad de crecimiento del proyecto también. El Royo dispone de otras 15 hectáreas que podrían sumarse al cultivo de más plantaciones de frutos rojos que incrementarían la producción en el futuro.