Alfredo Vallejo

Alfredo Vallejo


Septiembre

29/09/2024

Cada mes tiene un encanto especial; y también, un desencanto; cada mes tiene, como todo, lo uno y lo otro.

De entrada, septiembre es una mentira; debería llamarse noviembre, pues es el mes noveno del calendario antiguo en Occidente; el calendario romano primitivo comenzaba en marzo. Echen la cuenta.

En Roma septiembre estaba dedicado a Vulcano, el dios herrero; un dios que está alejado de la luz y pertenece ya al inframundo donde comienza lo oscuro, el cambio hacia las noches largas. (El 23 de septiembre es el día del equinoccio de otoño; así el 24 de septiembre es el primer día del año en que la noche ya aventaja al día)

Septiembre es el mes del fin, y por lo tanto del comienzo de otra cosa. Vacaciones, trabajo…; en septiembre comenzó y finalizó la Segunda Guerra Mundial. En septiembre por las Castillas dilatadas de Iberia se ajustaban los criados y pastores, el día de San Miguel se firmaban los contratos de ajuste y se solía cobrar el total de lo ganado.

En Septiembre cambiaba el tiempo, cuando el tiempo era tiempo y no amenaza de cambio climático.

Septiembre siempre ha sido tiempo de añoranzas y recogimiento; "Cuando llegue septiembre, para volver a verte…" dice la canción; en septiembre se siente a Dios y al Amor de otra manera.

Se reencuentra uno consigo mismo también de otra manera. SE busca la lumbre en los campos, Se arropa el pastor con la manta y Miguel el Arcángel triunfa sobre el diablo; mitología profunda de la pugna eterna entre lo Uno y lo Otro que construye Todo.

Septiembre.