Luis Ángel Tejedor, sin fecha de caducidad

Sergio Recio
-

El soriano se ha proclamado subcampeón del mundo de atletismo de montaña en Máster-50

Luis Ángel Tejedor, sin fecha de caducidad - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

A sus 49 años, Luis Ángel Tejedor ha vivido uno de sus mejores momentos en su larga trayectoria como atleta de montaña. El soriano participaba en el Mundial debutando en la categoría Máster 50. Con la sonrisa en su cara tomaba la salida en Vozuela (Portugal), consciente de su buen momento, pero también sabiendo que 54 kilómetros y 3.200 metros de desnivel positivo darían para mucho.

Seis horas, 55 minutos y 29 segundos después, se hacía con el subcampeonato del mundo, todo un logro para un deportista referencia en Soria por su calidad humana y por ser uno de los grandes luchadores por conseguir que esta especialidad siga creciendo. «Creo que ahora el atletismo de montaña está en auge», explica el corredor. «Mucha gente deja el asfalto por probar en unos recorridos que te permiten ver lugares que de otra forma nunca conocerías», añade.

Así es Luis Ángel Tejedor, un amante de su deporte y de la montaña, una persona que vive cada día de entrenamiento como un premio, agradeciendo poder seguir siendo competitivo a una edad en la que muchos ya habrían dejado de correr.

La carrera. Luis Ángel Tejedor se presentaba en tierras portuguesas con la ilusión de estar en una gran forma para afrontar el Mundial de Ultramaratón. «Lo había preparado bien», detalla. «Llevaba cuatro meses pensando en esto y trabajando», destaca. Compaginando su pasión con los entrenamientos, llegó en un estado perfecto, pero eso no es lo único que cuenta.

Un recorrido de 54 kilómetros merece todo el respeto y un planteamiento muy medido. «La primera hora fue muy rápida», recuerda ahora. «Esos eran ritmos muy difíciles de mantener y decidí quedarme sobre el puesto 25», cuenta el atleta. Con el paso de las horas supo ir de menos a más remontando «15 posiciones en el último tramo».

Fue más listo que muchos y no perdió nunca la perspectiva de todo lo que tenía que hacer. «Con tantas horas corriendo la alimentación y la bebida es muy importante», analiza. «Eso te permite no tener problemas de calambres», puntualiza. A partir de la quinta hora ese aspecto fue vital para el resto de la carrera.

En el pódium y ya con la medalla de plata en su cuello, se mostraba exultante. «Es un premio al trabajo de muchos años», destaca el soriano. «Son muchas horas de entrenamiento en la montaña y esto me lo tomo como una recompensa», sentencia. Está hablando de décadas de dedicación y y una evolución que en muchos aspectos  ha cambiado con el paso del tiempo, aunque la esencia sigue siendo la misma. 

Entrenamiento. La rutina de Luis Ángel Tejedor suele ser siempre la misma. «Entreno seis días por semana, eso sí, siempre que el trabajo me lo permite», puntualiza. Considera que no hace nada diferente a lo que haría cualquier deportista para conseguir esos resultados. «El único secreto es la constancia, el trabajo y tener la suerte de no lesionarte», comenta.

Una dedicación así tiene un factor muy a tener en cuenta. «Disfruto mucho haciendo esto», afirma. «Cuando entreno me lo paso muy bien, para mí no es ningún esfuerzo entrenar todos los días», cuenta Tejedor. Su manera de ver el deporte hace que en los peores días, en las épocas de peor clima en una provincia como Soria, siga saliendo a correr con un optimismo demoledor.

Algo sí ha cambiado con el paso del tiempo. «El descanso me lo tomo de una forma muy diferente», desvela. «Reconozco que cuando era más joven, no era consciente de su importancia y el no hacerlo muchas veces es contraproducente», explica. Saber recuperarse ha sido vital en los últimos años para tener un estado físico óptimo. «Hubo épocas en que no rendía como pensaba y era por no descansar de la forma adecuada», reconoce.

Compañía. Un atleta de montaña suele tener una preparación solitaria. Así era la de Luis Ángel Tejedor hasta que hace unos pocos años montó un grupo de entrenamiento en Soria. «Entrenar así hace que no pierdas la ilusión», comenta con un a sonrisa. «Repito una y otra vez que disfrutar es la clave», añade. «Poder hacerlo con la gente que lo hago es para mí una gran ilusión», argumenta el soriano.

Es además el entrenador de algunos de ellos. «Gracias a eso creo que se puede alargar mucho la edad a la que sigues compitiendo», destaca. «Además, están consiguiendo buenos resultados a nivel regional y eso me alegra, sentencia.

Con todo en su sitio solo afrontará dos pruebas en 2024. La primera en un mes en los Picos de Europa y la segunda será el Desafío Urbión. «Ahí jugamos en casa y aunque sea duro, hay que estar», finaliza. Se puede esperar mucho de una edición que además será Mundial.