La Audiencia Provincial de Soria absolvió a un hombre del delito de intento de homicidio a su pareja del que estaba acusado y por el que pasó tres meses en prisión. Determina para hacerlo que no está acreditado que tuviera intención de matarla. La sala recuerda que el delito de homicidio doloso, siquiera en tentativa, por el que se acusa al procesado, exige como requisito básico el 'ánimus necandi' o intención de matar. "Teniendo en cuenta lo anterior y valorando la prueba practicada en la Vista Oral, única que podemos tener en cuenta, consideramos que la intención de matar del acusado no queda en absoluto acreditada", recoge.

Los hechos por los que se juzgaba a este hombre tuvieron lugar en febrero del pasado año en la casa que compartían. La pareja había salido de fiesta esa noche acompañados de la hija de ella y otro amigo. Tras llegar a casa, ella le acusó a él de haber coqueteado con otra persona y comenzó a tirar sus enseres por la ventana. 

Para impedir que siguiera haciéndolo; le agarró; y le dijo que parase "o la tiraría a ella por la ventana". El Juzgado señala que esta manifestación no se puede considerar que evidencie claramente que haya ánimo de hacerlo porque se trata de una expresión que hay que entender en el contexto en el que ha sido pronunciada. "Sin olvidar que los tres adultos habían estado consumiendo alcohol, en una cantidad no acreditada, pero al menos fueron tres las consumiciones". La presunta víctima, que arañó y golpeó al que entonces era su pareja durante la discusión, aludió en la vista oral a que no sabía si tenía o no intención de matarla.

Asimismo, en el juicio se evidenció que la ventana únicamente tenía abierta una de las hojas y bajo la ventana había una mesa de salón, con sus sillas, que hacían imposible el acceso directo a dicho hueco, máxime si tenemos en cuenta el forcejeo que había entre la pareja. La pareja, la hija de ella y el amigo acabaron rodando por el piso, y fruto de ese forcejeo ella se dio un golpe y perdió el sentido. El acusado, tras observar que su pareja se encontraba sin sentido, procedió a auxiliarla y llevarla al sofá del salón, lo que evidencia que su intención no era acabar con su vida, antes, al contrario, pues acudió
en su ayuda. 

Tanto la Fiscalía como la Acusación Particular pedían diez años de cárcel para el acusado. La Audiencia deja sin efecto cualquier medida cautelar puesta al hombre. Contra la sentencia cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en un plazo de diez días.