Morata tira de paciencia en Berlín para borrar cualquier duda

Agencias SPC
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Morata en el encuentro frente a Croacia - Foto: EFE

La historia del triunfo de España sobre Croacia se pudo contar a partir de los goles pero también era posible hacerlo desde la casi media hora de juego en la que no parecía pasar casi nada en ninguna de las dos áreas.

Se trataba de un partido marcado por la paciencia, dos selecciones que debutaban en esta Eurocopa y se esforzaban por mantener sus posiciones y no cometer errores y los dos porteros parecían dos espectadores más.

Durante media hora se vio un trabajo sólido y disciplinado en ambos rivales. Con más posesión por parte de la Roja, que movía la pelota y no tenía problemas en hacer pases aparentemente inocuos en la mitad del campo o en tres cuartos de cancha, esperando el momento en que Croacia se abriera.

Había pasado casi media hora con un solo remate a puerta -un disparo de Morata que Likakovic controló sin problemas- y, tras un comienzo excesivamente tímido, Croacia empezó a atreverse un poco más.

Entonces Cucurella recuperó una pelota cerca de la mitad del campo, a través de Rodri el balón llegó a Fabian Ruiz que le metió un pase a Morata que corrió hasta el área para definir pillando a contrapié a la defensa croata.

El partido parecía planteado para aprovechar el primer error del contrario. Croacia se equivocó primero y España golpeó. El ariete recogió los frutos de la paciencia y su gol cambió el partido.

Un tanto que supone, sin duda, un alivio para el delantero, en el foco de las críticas por su escasa aportación goleadora con el Atlético en los últimos meses. Todo lo contrario de lo que ocurre con la selección. De hecho, con su diana, la número 36, superó a David Silva como el cuarto máximo goleador del combinado nacional.