El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, pidió este domingo al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el fin "inmediato" de la "guerra destructiva" entre Israel y Hamás y dijo estar dispuesto a "asumir responsabilidades" sobre Gaza en el marco de una "solución política integral".
"Nos encontramos de nuevo en circunstancias extremadamente difíciles. No hay palabras para describir la guerra de genocidio y la destrucción que está sufriendo nuestro pueblo palestino en Gaza a manos de la maquinaria de guerra israelí, sin tener en cuenta las normas del derecho internacional", dijo Abás, citado por la agencia palestina de noticias Wafa.
La agencia indicó que, durante el encuentro, Abás pidió al jefe de la diplomacia de EEUU "la detención inmediata de la devastadora guerra y que se acelere el suministro de ayuda humanitaria, incluida atención médica, alimentos, agua, electricidad y combustible, a la Franja de Gaza".
Asimismo, el líder palestino cargó toda la responsabilidad de lo que está ocurriendo en Gaza a Israel, insistió en que las soluciones militares y de seguridad no conseguirán llevar la seguridad a Israel y pidió que "dejen de cometer estos crímenes inmediatamente".
En referencia a un hipotético control de Gaza por parte de la ANP -que gobierna en partes de Cisjordania ocupada- una vez finalizada la guerra, Abás señaló que asumirán plenamente sus "responsabilidades en el marco de una solución política integral que incluya toda Cisjordania, incluida Jerusalén este, y la Franja de Gaza".
Además, enfatizó que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), órgano político que también encabeza, "es el único representante legítimo del pueblo palestino y tiene autoridad sobre todos los asuntos relacionados con el pueblo palestino".
Abás y Blinken se reunieron este domingo en Ramala, en Cisjordania ocupada, en el marco de la tercera visita del jefe de la diplomacia estadounidense a la región desde el estallido de la guerra en Gaza entre Hamás e Israel el pasado 7 de octubre.
"¿Cómo se puede permanecer callado ante la muerte de 10.000 palestinos, cuatro mil de ellos niños, y ante decenas de miles de heridos o ante la destrucción de decenas de miles de viviendas, de infraestructura básica, de hospitales, refugios y depósitos de agua?", se preguntó Abás.
El dirigente de la ANP también señalo que lo que está ocurriendo en Cisjordania, donde han muerto más de 150 palestinos desde el estallido de la guerra, y en Jerusalén, "no es menos horrendo".
La reunión se produce después de que Blinken se encontrara ayer en Amán con los ministros de Exteriores de Arabia Saudí, Jordania, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y la ANP y de que el pasado viernes se reuniera en Tel Aviv con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Blinken fue recibido en la sede la ANP por Husein al Sheij, secretario del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y estrecho aliado de Abás.
La visita a la capital de facto de la ANP, la primera de Blinken desde el comienzo de la guerra, tiene lugar un día después de que los ministros árabes le presionaran para que Estados Unidos facilite un "inmediato cese" de la ofensiva israelí contra el enclave palestino.
Sin embargo, Blinken insistió en el "derecho de Israel a la autodefensa", lo que sus contrapartes consideraron "inaceptable" e "injustificable".
"Los países árabes pedimos un inmediato alto el fuego y frenar esta guerra y el asesinato de civiles inocentes y la destrucción que causa y rechazamos calificarla como autodefensa", dijo ayer el ministro de Exteriores jordano, Ayman al Safadi.
Blinken llegó a Israel el viernes con la intención de lograr un alto el fuego temporal en Gaza que permita la salida de extranjeros y la entrada de más ayuda humanitaria al enclave palestino, donde ya suman más de 9.500 muertos por la ofensiva que Israel inició tras el ataque de Hamás que dejó más de 1.400 muertos en suelo israelí.
Pero Netanyahu rechazó un eventual cese el fuego temporal en Gaza si no se garantiza la liberación de los 241 rehenes que tomó el grupo islamista Hamás, enfriando las expectativas del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de negociar una pausa humanitaria en los combates.