Carne de primera desde los prados de El Valle

A.P.L.
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En 2020 en la granja Los Albeytares decidieron comercializar directamente lotes de carne de tres terneras al mes, una fórmula que funciona

Carne de primera desde los prados de El Valle - Foto: E.G.M

El Valle está más verde que nunca y el ganado pasta apaciblemente en los prados con las montañas nevadas en sus cumbres de fondo, ofreciendo una estampa rural única. El Día de Soria se acerca hasta Aldehuela del Rincón para conocer el proyecto denominado Los Albeytares, que aglutina la explotación ganadera familiar, la comercialización de carne de vaca pirenaica con esa marca (un modelo único en Soria) y una casa rural. Todo comenzó cuando los veterinarios Rosana Romera y Javier Ridruejo decidieron instalarse en el pueblo de ella poner en marcha una explotación en 1998 y poco después el cebo completo de los terneros. «Estábamos trabajando bien, pero llegó la pandemia y tuvimos que cambiar el chip», por lo que comenzaron a buscar directamente a clientes para vender el producto cárnico en lotes a finales de cada mes. 

La marca se tomó de la granja y la casa rural y hace referencia a los antiguos sanadores de caballos árabes, «los primeros veterinarios que hubo en España».El proceso consiste en enviar dos o tres terneras al matadero de Pamplona, gestionado por Maitxene, empresa con la que trabajan desde hace tiempo y que certifica la calidad del ganado, pasando después a una sala de despiece para hacer unos 15-17 lotes de diez kilos de carne (churrasco, carne picada, redondo, solomillo, filetes, chuletas y carne para guisar, todo variado y en proporción) de cada animal, que se comercializan al precio de 130 euros (si es fuera de Soria a través de la empresa Integrados, algo más) entre unos 40 particulares de distintos puntos, como Zaragoza, Pamplona, Extremadura, Madrid, Murcia, San Pedro Manrique, El Burgo de Osma... En Soria se queda en un punto de encuentro, donde la ganadera acude al punto de encuentro con el remolque refrigerado con el slogan 'Nuestra carne, de El Valle a tu mesa'.

«La carne está muy bien valorada y los clientes fijos saben que funciona. No queremos promocionarla mucho porque la producción es limitada, preferimos que los clientes estén contentos y mantener la calidad», indica Rosana añadiendo que se envía en caja, envasada al vacío y refrigerada e incidiendo en la «trazabilidad» del proceso. Acude, además, un auditor externo para certificar el bienestar animal con Wellfair que se les demanda en Pamplona. En el cebadero (en el polígono agroganadero de Sotillo del Rincón), además de sus vacas para el «acabado final», tienen animales para proveer, por ejemplo, a empresas que trabajan para Mercadona o a países como Libia, Italia o Francia, seleccionados por el comprador según demanda y con precios de lonja. 

En estos más de 25 años han comprobado, cuando acuden a ferias especializadas en Navarra y País Vasco, donde adquieren los machos, que sus ejemplares han mejorado mucho en cuanto a genética, lo que se refleja en el libro genealógico. La pirenaica es una raza rústica de carne y lechera que se adapta muy bien. Por otro lado, la explotación -con 400 animales, incluidas 80 vacas pirenaicas y caballos- tiene futuro y el relevo generacional está asegurado con los tres hijos de Rosana y Javier, que son «muy de campo y de pueblo».